El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado el pasado jueves, 22 de junio, una orden por la que accedía a la retirada de varias monedas de un euro. El objetivo de esta orden es la retirada de diversas monedas cuyo diseño ya se considera obsoleto y evitar la falsificación en el mercado, evitando de esta manera una posible estafa. La iniciativa entrará finalmente en vigor el día 1 de julio de 2023, siendo una normativa en la que se ha puesto toda esperanza para evitar la falsificación de moneda.
La última modificación que llevó a una retirada de monedas ya en circulación por parte del Banco Central se realizó en 1983. Entonces no tuvo como objetivo combatir posibles estafas, sino retirar monedas que hubiesen podido quedar muy desgastadas por su uso y mostrasen signos de deterioro.
¿Qué ocurrirá en este caso? El Banco de España es el último responsable del dinero en circulación en nuestro país, el verdadero dueño de la moneda que se encuentra en el territorio. Se encarga de recolectar las monedas y el único que tiene la verdadera autoridad para destruir moneda.
La dificultad de cuantificar la moneda falsa
Los delincuentes que se encargan de producir moneda falsa han llenado el mercado con euros de dudosa procedencia y el Banco de España tiene grandes dificultades para localizar la ubicación de todas las monedas que, en realidad, no responden a orígenes lícitos.
Con todo, el Banco de España tiene dificultades para cuantificar el alcance real de este fenómeno: "Esta orden establece el destino definitivo a dar a las monedas de euro no aptas para la circulación y a las monedas de euro falsas", explica la nueva normativa.
Cuando sean recogidas por esta autoridad, serán repartidas en tres categorías diferentes, tras un análisis pormenorizado. Serán declaradas monedas de euro aptas, monedas de euro presuntamente falsas o monedas de euro no aptas para la circulación.
En el caso de que no sean aptas para la circulación, serán monedas que sean auténticas, pero que hayan sido rechazadas en procesos de autentificación o alteradas. las falsas, sin embargo, serán aquellas falsificadas directamente con fines fraudulentos. En ambos casos, el Banco de España tendrá potestad para su completa destrucción para garantizar que no vuelven a ser puestas en circulación.