Hace ya un año y medio comenzaron a colocarse las fichas para jugar la partida más importante en la política interna de Estados Unidos: la de las elecciones presidenciales. En febrero, los aspirantes a ocupar el sillón del Despacho Oval empezaron a promocionarse para ganar lo que era la primera batalla: las elecciones primarias de los dos partidos más importantes: el Partido Demócrata y el Partido Republicano. Y, ahora, los ganadores de esa batalla, Hillary Clinton y Donald Trump, se enfrentan el uno a otro para cumplir su sueño: ser el Presidente de los Estados Unidos número 45.
En unas horas se decidirá si EEUU tendrá por primera vez una mujer presidenta, o si el millonario Trump habrá convencido a la población norteamericana para mirar más allá de sus declaraciones políticamente incorrectas y aceptar su propuesta como la mejor. Pase lo que pase, lo cierto es que esta ha sido una campaña histórica, marcada por las bravuconerías de Donald Trumpy los escándalos políticos en torno a la figura de Hillary. Repasamos los momentos decisivos para ambos candidatos.
1 La victoria en las primarias
Después de unas durísimas primarias, Trump y Clinton lograron derrotar a sus primeros rivales. En el caso del magnate, su último rival dentro de su partido fue Ted Cruz, hijo de un inmigrante cubano, la esperanza del Partido Republicano para conseguir no solo derrotar a Trump, sino también el voto hispano que muchas veces va a los demócratas. Sin embargo, a principios de mayo Cruz anunciaba su retirada de la campaña tras haber perdido en varios Estados fundamentales. Así, Trump, contra todo pronóstico, se convertía en el candidato a la presidencia del Partido Republicano. Fue entonces cuando muchos, incluyendo republicanos, se llevaron las manos a la cabeza plateándose que quizás habían dejado al millonario llegar demasiado lejos.
Pero Hillary Clinton tampoco lo tuvo fácil. Ya era sobradamente conocido su escándalo de los emails, y sus contrincantes no la iban a dejar ganar fácilmente. Su última piedra en el camino era Bernie Sanders, un demócrata con ideas más progresistas de las que se suele ver en la izquierda norteamericana, que lograba convencer a las masas que buscaban un candidato diferente a lo que estaban acostumbrados. Finalmente sus 13 millones de votos se quedaron atrás en comparación con los 17 millones que consiguió Hillary, con los que la ex primera dama se convirtió en la primera mujer candidata a la presidencia de Estados Unidos.
2 Los comentarios racistas de Trump
Nada más anunciar su candidatura al Partido Republicano, el magnate ya arremetió contra México: "Están enviando gente que tiene muchos problemas, nos están enviando sus problemas, traen drogas, son violadores y algunos supongo que serán buena gente, pero yo hablo con agentes de la frontera y me cuentan lo que hay". Y no paró ahí, sino que afirmó que construiría un muro en la frontera con su vecino del sur y que además sería pagado por los propios mexicanos.
También ha arremetido contra la población musulmana, afirmando que no dejaría entrar en el país a los que practicaran el islam. Trump ha atacado a todos los inmigrantes ilgales, afirmando que deportaría a 11 millones de indocumentados. En definitiva, ha logrado ofender a todas las minorías étnicas por su clara demostración de racismo. Todas estas declaraciones le han hecho perder totalmente la confianza de los hispanos y de la población negra, que constituyen, en total, casi un 25% de la población total de EEUU.
3 El escándalo de los emails de Hillary Clinton
Sin duda, el reto más importante de la candidata demócrata durante toda su campaña ha sido el relacionado con la investigación de sus emails. En marzo de 2015, The New York Times reveló que la entonces Secretaria de Estado utilizaba una cuenta de email personal para enviar correos relacionados con su trabajo. Además, se supo que la candidata borró alrededor de 30.000 emails (los que ella consideró privados), por lo que solo entregó la mitad de sus correos electrónicos a las autoridades policiales, que los investigarían para ver si había revelado información clasificada en estos correos. Clinton reconoció que había cometido un error en borrar pruebas, pero afirmó que no había hecho nada ilegal. El FBI declaró después que, en efecto, no había razones para acusarla de conducta delictiva.
Y el escándalo de los emails demostró no estar del todo cerrado cuando, hace apenas unos días y a menos de dos semanas para las elecciones, el FBI anunció que estaba investigando nuevos emails de Hillary Clinton. El 6 de noviembre, la agencia federal volvió a exonerar a Clinton, afirmando que no habían cambiado las conclusiones derivadas de la primera investigación. Sin embargo, un escándalo como este a apenas días de las elecciones ha perjudicado enormemente a la candidata, que antes se proclamaba como ganadora en todas las encuestas con amplia ventaja.
4 La neumonía de Hillary
En el acto conmemorativo a las víctimas del 11S en Nueva York, hubo un sobresalto inesperado: Hillary Clinton tenía que abandonar el lugar y antes de entrar en su coche se la vio perder el equilibrio, visiblemente mareada. Su partido tardó en informar a la prensa de que lo que le pasaba era que tenía una neumonía provocada por alergias, lo que llevó a todo tipo de especulaciones sobre su estado de salud, entre ellas teorías tan disparatadas como que después del incidente había sido sustituida por un doble.
Aprovechando el momento de debilidad de su oponente, Trump afirmó que él no tenía ningún problema en dar detalles sobre su perfecta condición física e incluso hizo burlas sobre el estado de salud de su oponente.
5 El desafortunado comentario de Hillary sobre los votantes de Trump
Wow, Hillary Clinton was SO INSULTING to my supporters, millions of amazing, hard working people. I think it will cost her at the Polls!
? Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 10 de septiembre de 2016
En septiembre de 2016, la candidata demócrata definió a los votantes de su rival en unos términos que no gustaron entre los republicanos: "Podrías poner a la mitad de los seguidores de Trump dentro de lo que yo llamo la 'cesta de los deplorables' (...) Algunas de esas personas son irreversibles, pero afortunadamente no son América". Esto no ayudó a la imagen que proyecta la candidata, muchas veces tachada de elitista y distante. Hillary se disculpó al día siguiente, diciendo que había "generalizado" de forma exagerada.
A partir de estas palabras, los votantes de Trump tomaron el eslogan "I'm deplorable", mostrándose orgullosos de estar a favor del candidato republicano.
6 El vídeo machista de Trump
Donald Trump ya comenzaba a perfilarse como un personaje polémico desde el principio de su campaña y sus comentarios contra las mujeres han sido criticados por medio mundo. No solo ha atacado a las mujeres en general con comentarios como "De 6.000 acosos sexuales no reportados en las fuerzas armadas, sólo 238 han sido sancionadas. ¿Qué otra cosa esperaban, si mezclaron a los hombres con las mujeres, genios?", dando a entender así que el acoso sexual en el Ejército es algo esperable. También ha atacado a su rival, diciendo que si, según Trump, Hillary no puede satisfacer a su marido,"¿cómo pretende satisfacer a Estados Unidos?".
Pero estos comentarios parecían ser ignorados por sus electores, hasta que a principios de octubre de este año salió a la luz un vídeo grabado en 2005 que perjudicó gravemente su campaña. En él, el magnate hablaba de cómo acosaba a las mujeres: "Empiezo a besarlas, es como un imán. Ni espero. Cuando eres una estrella, dejan que lo hagas. Puedes hacer cualquier cosa. Cogerlas por el c***, hacer cualquier cosa".
7 La pérdida de apoyos dentro del Partido Republicano
Trump no era muy querido entre los grandes de su partido ya al inicio de su campaña, pero el electorado decidió apoyarle. Importantes figuras del partido como Mitt Romney, Barbara Bush, Jeb Bush, John McCain, Condoleezza Rice o Colin Powell afirmaron que no votarían por Trump.
Hitting on married women? Condoning assault? Such vile degradations demean our wives and daughters and corrupt America's face to the world.
? Mitt Romney (@MittRomney) 8 de octubre de 2016
Pero tras el vídeo filtrado de 2005, muchos más nombres se sumaron a la lista contra Trump. Decenas de importantes representantes republicanos manifestaron su disgusto con su candidato y afirmaron que no lo votarían. El magnate los llamó "desleales" y afirmó sentirse muy bien porque "le habían quitado las esposas" y ahora podía "luchar por América" como él quería.