Los intensos días de búsqueda y arduos esfuerzos por encontrar los restos sin vida de Marta Calvo están generando nuevos interrogantes para los investigadores. Jorge Ignacio Palma, su presunto asesino, apenas abre la boca y los servicios de rescate están desbordados.
Sin embargo, las investigaciones que relacionan a Palma con el caso cada vez han ido a peor y es que con el paso de los días, se han descubierto que más mujeres pasaron o podrían haber pasado por lo mismo que la joven. De hecho, ya hubo dos mujeres que murieron a causa de los efectos de la llamada "fiesta blanca", sin embargo, nunca se llegó a implicar penalmente a Palma con los sucesos, pues la justicia no encontró en Jorge Palma la autoría de ambas sobredosis.
Después de pensárselo mucho, Jorge Ignacio Palma llegó al cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent para entregarse. Nunca confirmó que hubiera matado a la víctima, simplemente, admitió haberla descuartizado, pero nunca usó el término "matar" o "asesinar" en sus declaraciones. El agresor afirmó haber tirado su cuerpo troceado en varios puntos de la Comunidad Valenciana. Por otro lado, explicó que Marta había sido víctima de la droga y sus efectos secundarios habían acabado con su vida. Habían estado también practicando relaciones sexuales en Manuel (Valencia), dentro de uno de los apartamentos que tenía alquilados, pero después de aquella noche, Marta nunca despertó.
La declaración levantó las sospechas de las autoridades, quienes ya habían lidiado con casos similares en los meses anteriores, donde las víctimas implicadas habían fallecido de forma similar. Desde entonces, hay dos vías abiertas: encontrar a Marta y esclarecer lo que ocurrió con su muerte y su cuerpo o, por otro lado, revisar el resto de casos que han sido reabiertos tras la muerte de Marta Calvo para valorar la implicación de Palma en ellos, así como las últimas denuncias que ha recibido por parte de mujeres que afirman haber sido víctimas de los mismos hechos.
Continúa la búsqueda y salen a la luz más casos
Marta no fue la única. La joven no fue la única en entrar en contacto con su presunto asesino a través de una conocida red social. Tampoco fue la primera en quedar con él en esa vivienda. Hace pocas horas, las pesquisas giraban en torno a un nuevo caso, una cuarta víctima que también visitó ese domicilio para mantener relaciones sexuales con Palma. La víctima ha relatado los hechos a la Guardia Civil, atribuyendo gran parte de la culpa al detenido, pues según la damnificada este le forzó a beber una bebida alcohólica en la que el colombiano había introducido alguna sustancia nociva ajena, después de que ella se negara a tomar cocaína. Desgraciadamente, al ir al baño, se percató de que el presunto asesino de Marta Calvo le había introducido cocaína en sus genitales, pero por fortuna, pudo abandonar la vivienda y salió ilesa del encuentro.
Es el mismo modus operandi que con los otros casos descubiertos en los que Jorge Ignacio Palma podría estar directamente implicado. Ya van varias y es que el arrestado lleva a sus espaldas las denuncias de dos mujeres que afortunadamente también pudieron salir de la cita y vivieron para contarlo. Con ellas ocurrió lo mismo, por que los investigadores han logrado unificar los mismos hechos a lo largo de una serie de casos en los que Palma se situaría como eje central de los altercados, debido a reiterada la forma en la que presuntamente actuaba: mantener relaciones sexuales con mujeres con las que se citaba a raíz de introducirles cocaína por el conducto vaginal.
Como hemos citado en líneas anteriores, estos hechos ocurrieron a lo largo de la primavera y el verano de 2019, con otras dos mujeres que previamente murieron en circunstancias de este tipo. Sin embargo, algunos apuntan a que la justicia podría haber evitado lo ocurrido con la desaparecida si por aquel entonces, se hubiera arrestado a Palma por lo sucedido, pero los tribunales lo dejaron en libertad después de que la autopsia practicada a las dos mujeres determinara que los efectos de la droga acabaron con sus vidas, sin considerar que Jorge Ignacio pudiera haberlas forzado.
Ambas citas tuvieron lugar en el barrio valenciano de Ruzafa y la policía ha podido relacionar al detenido después de que las cámaras de seguridad captaran su huida apresurada del local donde mantuvo la fiesta blanca con estas dos víctimas. Una de ellas falleció en el hospital días más tarde al encuentro y la otra fue encontrada sin vida por sus amigas. En ningún momento vieron a Jorge Ignacio y, debido al informe forense, nunca fue interrogado ni investigado. Hubo al menos otra más en el mismo barrio, por lo que además de Marta Calvo, se pueden contabilizar hasta ahora tres víctimas mortales. Este número deja a un lado aquellas que han podido vivir para contarlo, por lo que la cifra total de víctimas aumenta considerablemente si se tienen en cuenta ambos grupos.
Antes de dar cuenta de la desaparición y muerte de Marta Calvo, Jorge Ignacio Palma estaba en una situación nada esperanzadora, después de haber sido condenado a tres años y medio de prisión por un delito relacionado con las drogas. Se encontraba en libertad provisional y aunque legalmente nunca se le tuvo en cuenta lo ocurrido con aquellas dos prostitutas del barrio de Ruzafa, la policía nunca llegó a dejar de perderle la pista. Por su parte, mientras avanza la investigación y se intenta sacar testimonio al colombiano, la Guardia Civil sigue intentando dar con los restos de la desaparecida en el vertedero de Dos Aguas, el mayor de la Comunidad Valenciana.