Eduardo Fernández Rubiño, senador de Más Madrid, registró el 4 de febrero una moción en el Senado para instar al Gobierno a introducir sanciones penales a aquellos que realicen pseudoterapias de conversión y aversión de la sexualidad y también para desarrollar una Ley estatal contra la LGTBIfobia.
Es la primera moción que ha presentado el partido durante esta legislatura, en la que se lamentan de que en España sigan realizándose este tipo de "curas", a pesar de que hace ya treinta años desde que la Organización Mundial de la Salud excluyó la homosexualidad de la Clasificación Internacional de Enfermedades.
Según El Plural, el texto de la moción denuncia este tipo de prácticas porque "atentan contra derechos básicos y elementales, afectando negativamente a la salud mental y generando sentimientos de vergüenza, depresión y ansiedad''. Asimismo, se refieren al Parlamento Europeo, e instan a todos los Estados miembros a que creen leyes con las que acaben con estas pseudoterapias y se promueva el respeto a la identidad de género y la libertad sexual.
Izquierda Confederal explica, además, que el hecho de que la cuestión no se haya regulado provoca que se esté produciendo una "desigualdad territorial en nuestro país, dando lugar a situaciones diferentes en las diversas Comunidades Autónomas". Todo ello debido a que en algunos lugares existe una ley contra la LGTBIfobia, en otros la hay pero permiten estas prácticas y en otros territorios ni siquiera hay leyes que defiendan los derechos del colectivo, por lo que no hay uniformidad respecto al tema.
???? España tiene que prohibir las "terapias" para "curar" la homosexualidad y la transexualidad. Acabo de presentar una moción pidiendo que el gobierno siga los pasos de países como Alemania que incluyen penas de cárcel para quienes siguen llevando a cabo estas torturas 1/2???????????????? pic.twitter.com/SRLfM7aqNU
— Eduardo Rubiño?????????? (@EduardoFRub) February 4, 2020
Y no solo eso: en el escrito se refieren a personalidades concretas, como el obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, o la coach Elena Lorenzo. Ambos daban "terapias" de aversión sexual. La última, además, se enaltece al admitir que continúa llevando a cabo estas prácticas. Por ello, consideran necesario que el Gobierno desarrolle una ley estatal contra la LGTBIfobia y pretenden estudiar, junto a colectivos LGTBI y las diferentes fuerzas políticas representadas en las Cortes, una reforma del Código Penal, para que las personas que lleven a cabo estas prácticas sean sancionadas penalmente, especialmente si además son reincidentes.
Rocío Monasterio entre los defensores
En 2016, la Asamblea de Madrid aprobó la Ley de Protección Integral contra la LGTBIfobia. Una medida más que necesaria con la que se pretendía garantizar los derechos de las personas pertenecientes al colectivo LGTBI, a pesar de que a diversas personalidades políticas no les sentó del todo bien. Por ello, expusieron un manifiesto en contra.
Dicho texto apareció firmado por personalidades conservadoras como Ignacio Arsuaga, líder de Hazte Oír; Lourdes Méndez, ex del PP y militante actual de VOX; Mariano Calabuig, diputado de VOX en la Asamblea de Madrid; Jaime Mayor Oreja, ex ministro del Interior durante el Gobierno de Aznar; o incluso Rocío Monasterio, presidenta del partido de extrema derecha en la Comunidad de Madrid.
Casualmente, las personalidades que firmaron aquel manifiesto y que consideraron legítimas y adecuadas las terapias para "curar la homosexualidad", son las mismas que lideraron en su momento las diferentes manifestaciones contra el aborto, el matrimonio homosexual o la laicidad del Estado.
En dicho texto se defiendió "el derecho a la autonomía del paciente y la libertad individual ante las leyes que prohíben someterse a una terapia de reorientación de la inclinación sexual cuando se trate de revertirla a la heterosexualidad, incluso si esa fuera la voluntad de la persona y solicitara tal terapia, además se sanciona el profesional que se preste a ayudarle en su legítima pretensión". En aquel momento, calificaron la ley como "totalitaria".
Asimismo, cabe resaltar que diferentes componentes de Ciudadanos o del Partido Popular, ahora socios de VOX en diferentes comunidades autónomas, dejaron entonces bien claro sus disidencias respecto a estas terapias.
Yo estoy a favor de la libertad de los hijos para llevar a terapia a padres con ideas absurdas... https://t.co/EAvFkdA7qH
— Marta Rivera (@CiudadanaMartaR) June 4, 2019
Para mi la actitud es otra: respeto, comprensión, normalidad y amor; una "terapia" mucho más sencilla y casera. https://t.co/YRJcVhGyIq
— Borja Sémper (@bsemper) June 4, 2019