La moción de censura que podría desalojar a Mariano Rajoy de La Moncloa ha generado una situación inédita en España: se trata de la primera iniciativa de este tipo que podría prosperar y provocar un cambio de gobierno.
¿Qué sucedería con el Partido Popular, la principal formación conservadora durante el último período democrático? ¿Hacia dónde se dirigen las fuerzas de izquierdas? ¿Qué papel mantendrán los nacionalistas? ¿Cómo acabará Ciudadanos?
1 Una gran crisis en el PP
La posibilidad de un desalojo de Rajoy dejaría al Partido Popular con un auténtico vacío de poder. El presidente ha creado una estructura piramidal que dificulta actualmente la posibilidad de contar con un candidato claro.
En las quinielas suenan Feijóo, Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado. El primero cuenta con mayores posibilidades tras ser el único barón que gobierna con mayoría absoluta, aunque sus fotos con el narcotraficante Marcial Dorado suponen una auténtica mancha negra en su posible liderazgo.
En cuanto a Soraya, sería una opción muy valorada por Rajoy, pero genera fuertes recelos en el grupo del G-8, muy debilitado, pero liderado por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Además, la imagen de la vicepresidenta se ha visto deteriorada por su gestión del desafío catalán.
Por último, Pablo Casado podría contar con un perfil capaz de combatir a las nuevas formaciones políticas, como Ciudadanos. Sin embargo, las sospechas sobre su currículum también dificultan su elección.
En mitad de la guerra entre Cospedal y Soraya, con la decisión de colocar un candidato 'limpio' en Madrid tras la dimisión de Cifuentes... ¿Quién lideraría el PP? Se trata de una pregunta de difícil respuesta, aunque estas tensiones pueden convertir al Partido Popular en un auténtico gigante con pies de barro.
2 ¿Hacia dónde se dirigen las fuerzas de izquierdas?
El PSOE cuenta con verdaderas posibilidades de formar un gobierno con el que dirigir el Ejecutivo hasta el final de la legislatura y poder aprobar políticas con las que enfrentar un proceso electoral como auténtica formación de gobierno.
El único problema que entraña esta vía es el apoyo de las fuerzas nacionalistas. En pleno desafío catalán, el único argumento con el que Sánchez podría enfrentar una campaña electoral sería contener las pretensiones del independentismo y conseguir que regresen a la vía constitucional.
Se trata de un trabajo difícil, tras el órdago de la vía unilateral, aunque supondría un auténtico argumento de cara a las elecciones. Además, Podemos debería entrar en el Gobierno, aunque con un papel secundario. La única vía para evitar este problema, sería otorgar un ministerio de carácter técnico y no político, aunque todo dependería de las negociaciones.
3 ¿Cómo acabará Ciudadanos?
El auge de Ciudadanos en las encuestas se mantendría en el caso de que la actual situación no enfrente grandes cambios. Si Rajoy continúa carbonizándose en el Gobierno, la formación de Albert Rivera contaría con una situación muy apta para conseguir acumular votantes.
Su postura contraria a la moción puede suponer un argumento para la oposición en torno a la defensa de Rajoy, aunque Ciudadanos aprovecha para mantener su postura firme frente al nacionalismo y su apoyo a una moción instrumental para organizar un nuevo proceso electoral.
Esta dicotomía puede suponer un nuevo auge o la caída de apoyos. Todo dependerá del desarrollo de los acontecimientos, en un contexto de máxima incertidumbre.
