El sexo y el todo lo relacionado con el placer es un lugar que, al haberse visto tratado como tabú durante tantos años, se ha convertido en un campo de minas abonado de mitos e irrealidades.
El orgasmo masculino también es un escenario que se ha prestado a este tipo de bulos. Creencias que se han dado por asumidas socialmente, pero que se encuentran completamente alejadas de la realidad.
Vamos a intentar resumir algunos de esos mitos que se dan como ciertos y que, en realidad, son completamente falsos: estas son las afirmaciones que deberíamos revisar:
1 El tamaño importa
La idea de que un pene es mejor se ha extendido socialmente. La creencia generalizada es que un pene de mayor tamaño genera mayor satisfacción sexual y en ello se basa, muchas veces, el deseo.
Sin embargo, este no es el factor determinante: es el grosor. Sin embargo, muchas veces se fijan los estándares en lo que se aprecia en la industria del porno, algo que puede generar inseguridad en muchas personas.
El Dr. Jamin Barhmbhatt, urólogo de Orlando, Florida, sin embargo desmonta esa creencia. La mayoría de las personas cuentan con unos atributos con los que poder disfrutar al máximo del sexo. Una persona sana, aunque esté por debajo de la media, no debería experimentar falta de satisfacción únicamente en el tamaño. En este caso, la psicología y nuestra manera de gestionarlo pueden ser más determinantes.
2 Los hombres multiorgásmicos no existen
Hay cierta creencia en que los hombres no pueden experimentar varios orgasmos. La existencia de eyaculación suele dejar paso al período refractario, en el que la erección se pierde, al igual que el deseo sexual disminuye.
Sin embargo, esto no es cierto. A pesar de la eyaculación, hay hombres que tienen un período refractario reducido, incluso de pocos segundos, lo que lleva a que puedan volver a tener un nuevo orgasmo sin abandonar ese acto sexual.
Además, hay hombres que pueden tener orgasmos sin eyacular en ningún momento. Esto, por tanto, elimina por completo el período refractario y lleva a experimentar múltiples orgasmos.
El mito de que los hombres multiorgásmicos no existen quedó ya desmontado en 1989, en este estudio que observó a 21 hombres que tuvieron varios orgasmos consecutivos sin período refractario.
3 Los hombres nunca fingen orgasmos
La creencia generalizada fija que los hombres no tienen la posibilidad de fingir los orgasmos, algo que sí sucede en el caso de las mujeres. El motivo al que lo achacan: existe una erección y se aprecia que se está eyaculando.
Sin embargo, esto no exime de fingir los orgasmos. Brahmbatt destaca que los hombres también pueden fingir todos los gestos y sonidos que implica el orgasmo.
En cuanto a la ausencia de eyaculación, pueden hacerla pasar desapercibida o culpar a un medicamento o problema médico, indica el doctor. Todo ello, también desvela la posibilidad de que un hombre finja un orgasmo.
4 La eyaculación precoz no tiene solución
La eyaculación precoz supone un problema de autoestima para muchos hombres, que sienten que no pueden satisfacer sexualmente a sus parejas ni pueden esperar a compartir el orgasmo con la otra persona.
Sin embargo, este problema sí tiene remedio. El más sencillo se encuentra en los preservativos retardantes, capaces de retrasar la eyaculación para posponer el cénit y compartir con la pareja.
Además, hay una serie de medicamentos y aerosoles, que se pueden comprar en la farmacia y que se encargan de desensibilizar temporalmente el pene para prevenir una eyaculación demasiado temprana.
5 Los hombres deben eyacular para estar satisfechos
La eyaculación en los hombres suele asociarse al cénit a la prueba palpable de que se ha producido satisfacción sexual durante las relaciones. Pero esto es completamente falso.
El doctor Brahmbatt señala que esto se reduce a unas meras preferencias personales, ya que hay muchas relaciones en las que puede haber disfrute sexual sin tener que alcanzar la eyaculación.
