El 50% de las personas que acudieron a Cáritas el año pasado tenía empleo. Esta entidad destinó 486,5 millones de euros —29,3 millones más que el año anterior— a sus diversos proyectos dentro de España y en acciones de cooperación internacional, según su último informe, Memoria Confederal.
Cáritas brindó apoyo a más de 2,5 millones de personas en 2023, tanto dentro como fuera de España. De estas, alrededor de 1,3 millones fueron atendidas en el territorio nacional y aproximadamente 1,2 millones mediante Cooperación Internacional. Los datos reflejan que el número de personas asistidas en España volvió a niveles similares a los de 2019, el año previo a la pandemia.
"En 2023, hemos observado en nuestros servicios de acogida y otros recursos que las personas que recurren a nosotros enfrentan mayores dificultades para acceder a derechos. Son personas con múltiples necesidades, con una sensación de agotamiento y desgaste por el esfuerzo continuo en la búsqueda de soluciones para sus necesidades básicas", explicó la secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro.
Una de cada tres personas en situación administrativa irregular
El año pasado, una de cada tres personas asistidas estaba en situación administrativa irregular, mientras que el 50% eran trabajadores pobres o tenían serias dificultades para acceder o mantener su vivienda. En los programas de Acogida y Asistencia, el 80% de las ayudas solicitadas estaban relacionadas con el pago de suministros, alquileres y otras necesidades básicas.
"La mejora de la tasa de actividad y la disminución del desempleo en 2023 no se ha traducido en una mejor calidad del empleo, especialmente para las personas en situación de exclusión social. Con una tasa del 11,9%, España sigue siendo uno de los países de la UE con mayor índice de pobreza laboral debido a la parcialidad, bajos salarios y temporalidad", señaló Peiro.
Para ella, la situación actual de exclusión y pobreza que enfrentan las personas que acuden a Cáritas no es temporal ni resultado de una crisis puntual, sino estructural, generada por desarrollos sociales, económicos y políticas de décadas. Por ello, los periodos de acompañamiento deben ser más prolongados. Además, en el caso de personas en situación administrativa irregular, este proceso puede durar entre uno y dos años. "Estos datos demuestran que es necesario acompañar procesos más complejos, largos y costosos", añadió Peiro.
Incremento en la ayuda a personas en busca de empleo
Conscientes de que el empleo es un factor clave para la integración, Cáritas incrementó los fondos destinados a programas de Economía Solidaria. Con una dotación total de 136,8 millones de euros, el esfuerzo en itinerarios de inserción sociolaboral y empresas de inserción superó al de los programas de Acogida y Asistencia. Gracias a estos recursos, se atendió a un 4,9% más de personas en busca de empleo que en 2022.
"En nuestro día a día encontramos a muchas personas haciendo grandes esfuerzos por superarse, aprender, adquirir nuevas competencias, superar la brecha digital y enfrentar sus miedos y obstáculos", expuso Peiro.
Sin embargo, como ella indicó, en muchos casos esto "no es suficiente para alcanzar un empleo digno", ya que nuestro sistema socioeconómico está basado en "la rentabilidad económica, la acumulación, el individualismo, la competencia y el consumo desmedido", lo que conduce a "índices de desigualdad crecientes, una precariedad laboral en aumento y una degradación del medio ambiente, incompatibles con la justicia social y la igualdad en el acceso a derechos".
Otros programas significativos en 2023 fueron los dirigidos a personas mayores, con 42,9 millones de euros, personas sin hogar, con 41,3 millones, y programas de apoyo a familia, infancia y juventud, con 28,5 millones.
Acción humanitaria: Marruecos, Turquía y Siria
Responder a necesidades humanitarias fuera de España también fue una tarea clave para Cáritas en 2023. Los proyectos de Cooperación Internacional sumaron una inversión total de 25,2 millones de euros, atendiendo a cerca de 1,2 millones de personas.
Destacan los esfuerzos en Marruecos, Turquía y Siria tras los terremotos, así como el apoyo en Tierra Santa y la continuidad del trabajo en Ucrania. También se brindó ayuda en países con crisis olvidadas como Mozambique, Etiopía y Líbano.
El aumento del presupuesto en 2023 —29,3 millones más que en 2022— fue posible gracias al apoyo de miles de socios, donantes y colaboradores privados, que aportaron más de 327 millones de euros, un 6,9% más que el año anterior. "Valoramos el compromiso de más de 230.000 personas donantes y socias que colaboran con nosotros para construir un mundo más justo", agradeció Peiro.
Además, se destaca el apoyo de las Administraciones Públicas, que aportaron 159,4 millones de euros a los programas de Cáritas. El informe también recoge la labor de 71.437 voluntarios y 5.871 trabajadores contratados que sostienen esta actividad confederal.
