Mirnesa S., mujer de 42 años y originaria de Bosnia, ha sido acusada de robar un millón de euros a la empresa alemana de transporte Stuttgart, en la que trabajaba como operadora de teléfono.
Esto ha sido demostrado a través de las imágenes registradas en unas cámaras de vigilancia de la calle en la que tuvo lugar el hurto el pasado 14 de octubre a las 15:10 horas. Pese a que conocen su identidad, los encargados de la investigación han sido incapaces de localizarla, e incluso barajan la posibilidad de que haya huido al extranjero.
Ante esto, la policía alemana ha solicitado colaboración ciudadana con el fin de dar con el paradero de la acusada de una forma más ágil. Para ello ha puesto a disposición pública algunos datos físicos que la identifican: la presunta ladrona mide 1,74 cm, tiene los ojos de color azul verdoso y su piel está "llamativamente tatuada".
Como recompensa, las autoridades del país ofrecen la cuantía de 37.500 euros a todo aquel que ofrezca información útil para proceder a la detención de la fugitiva lo antes posible.
Su estilo de vida
El Instagram de la responsable del robo dejaba ver que vivía rodeada de lujos. En sus publicaciones se lucían bolsos caros, joyas, relojes Rolex, grandes fiestas...
"Es un estilo de vida extremadamente inusual para una mujer que supuestamente trabajaba como telefonista para una empresa de transporte de dinero", afirma uno de sus antiguos vecinos en el medio alemán Bild.