No cabe duda de que todos los que vivimos aquel fenómenos sentimos como propio todo lo que acontece en torno a los dieciséis participantes de la primera edición de 'Operación Triunfo'. De alguna manera los sentimos parte de nuestra familia, por lo que celebramos sus éxitos y nos entristecen sus momentos más amargos, como fue la reciente muerte de Àlex Casademunt en un accidente de tráfico. Esta vez ha sido Mireia Montávez la que ha querido compartir la difícil situación por la que está pasando.
La cantante se ha sincerado en la revista Semana donde ha contado que ha denunciado a su exmarido, Antonio Rodríguez, por malos tratos. "Hace unos meses me separé de mi marido con el que compartí 13 años, y he decidido hablar para defenderme de las declaraciones que él hizo recientemente contra mí", comienza. Y es que en algunas entrevistas su expareja había asegurado que la triunfita hablaba de manera despectiva de él a todos sus compañeros del talent show de TVE.
Montávez ha reconocido que no es la primera vez que rompen su relación, aunque le dio una segunda oportunidad porque estaba enamorada: "Hace cinco años ya estuvimos separados y, aunque luego volvimos, desde entonces, la relación fue casi nula. Yo le dije que le daba otra oportunidad si cambiaba, pero fue peor el remedio que la enfermedad".
Especialmente difíciles para la que fuera integrante de Fórmula Abierta han sido los últimos años. "Me he ido alejando de la gente, de mi trabajo, perdí la ilusión. Él no quería que hiciera nada sin él y psicológicamente sentía que no valía nada cuando era todo lo contrario. Porque he sido yo la que estos últimos años ha mantenido la casa subiéndome al escenario, aunque él dice que le he arruinado", ha relatado la artista.
La justicia le ha dado la espalda
Finalmente, cuenta Montávez, llegó un punto en el que no pudo más y decidió denunciar. "La denuncia la puse en marzo unos días después de irme de casa. En un mes llegué a perder casi 15 kilos y mis hijos estaban muy mal psicológicamente, no querían salir de su habitación. Él me decía que me fuera yo. Una tarde la abogada me dijo que, llegados a ese punto, cuando él volviera esa noche, no estuviéramos en casa. Así es que, en una hora, cogí a mis hijos, algo de ropa y nos fuimos", afirma.
Desde entones, la situación ha ido a peor: "Quise volver a casa a por mis cosas, pero no me dejó. Cambió la cerradura, dio de baja mi teléfono, sacó todo el dinero de la cuenta común y sentí mucho miedo". Sin embargo, la justicia le dio la espalda: "La jueza dijo que lo daba por nulo porque faltaban pruebas. No sé qué más necesitaba porque yo probé todo y él reconoció que era verdad lo que yo decía. Incluso tengo mensajes en los que dice que me va a arruinar la vida".
