250.000 euros. Esa es la cantidad que lleva pagado este 2017 el Estado para proteger al exministro de Industria, José Manuel Soria, que dimitió quince meses atrás como consecuencia de una cuenta bancaria radicada en un paraíso fiscal. De esta forma, Soria continúa con los privilegios de un gran alto cargo público, a pesar de que lleva más de un año sin ostentar ninguna cartera gubernamental.
El Estado, así, está financiando los sueldos de un total de ocho agentes de Policía y dos coches que están disponibles las 24 horas del día para el exministro. Además, seis agentes vigilan su mansión como consecuencia del robo que vivió en Nochebuena y del que aún no se han conocido más detalles.
Los dos servicios son completamente diferenciados pero sufragados por la misma cuenta: el erario público. La escolta se canceló cuando Soria abandonó el Ejecutivo, pero no en toda España: el subdelegado del Gobierno en Las Palmas de Gran Canaria, Luis Molina, sigue sufragando todos estos beneficios en cuanto pone un pie en el territorio que entra en su jurisdicción, tal y como señala El Diario.
Los privilegios de Soria, que podrían costar unos 500.000 euros anuales a cargo de todos los españoles, incluyen a un agente que le acompaña en sus vuelos de Gran Canaria a Madrid (va con él y vuelve en el siguiente avión), el coste de los propios aviones, la vigilancia de su mansión canaria y la escolta de ocho agentes que siempre le siguen para defenderle.
Unos privilegios propios de un alto cargo del Estado, pese a que el exlíder de la cartera de Industria abandonó su puesto hace quince meses ya hora vive de la empresa privada, gracias a la firma creada por el mismo, Sorben Partners, para continuar hacia adelante con sus negocios.
Problemas de seguridad
Contar con agentes destinados a proteger de manera contínua al exministro y sus propiedades está provocando que algunos efectivos hayan sido apartados de otros servicios mucho más importantes para el interés general.
Uno de estos casos se ha producido en la vigilancia de presos que han tenido que ser ingresados de urgencia en un hospital y que, por motivos evidentes, deben de estar vigilados las 24 horas por un agente de Policía.
La dirección del cuerpo está teniendo serias dificultades para contar con el personal suficiente que cubra estas labores, al igual que encontrar vehículos para las patrullas, ya que están destinados para el interés del exministro.
Algunos vehículos tipo combi, destinados para llamadas de emergencia, están parados frente a la casa de Soria, lo que supone una auténtica merma de la capacidad de reacción de la Policía cuando se produzca un incidente grave e inesperado.