El Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha indicado, en mitad de la investigación sobre los ataques en Algeciras, que el autor de 25 años, Yasin Kanza, "nunca ha estado en el radar de un servicio nacional por radicalización, pero tampoco en las bases de datos de los distintos países amigos cercanos donde haya tenido residencia".
Grande-Marlaska mantiene la línea de las pesquisas policiales, que sostienen que el investigado sufría "algún tipo de trastorno mental, actuó solo y no consta que estuviera radicalizado". También se desvincula del auto inicial del juez Joaquín Gadea de la Audiencia Nacional, que califica los hechos de un asesinato "con fines terroristas" y los vincula con el "salafismo yihadista".
Kanza dejó de consumir drogas hace dos meses, vivía en una casa okupada completamente desorganizada situada a pocos metros de los templos que atacó y había cambiado por completo desde en las últimas semanas, en las que afirmaba que veía al diablo.
"La investigación sigue por los cauces razonables de que pueda ser de naturaleza terrorista, pero estamos en el inicio de las investigaciones y todas las hipótesis siguen abiertas", ha explicado Marlaska sobre el caso.
Sobre el acusado no constan antecedentes penales por terrorismo en España ni países aliados. La investigación dilucidará si, finalmente, el caso representa un atentado terrorista. Yasin Kanza permanece en la comisaría de la Policía Nacional de Algeciras a la espera de pasar a disposición judicial.
Reacciones
El caso ha generado reacciones contrapuestas. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha evitado entrar en una guerra de religiones y ha pedido que las herido se recuperen, así como un mensaje de apoyo para el entorno del fallecido.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en cambio, sí ha ahondado en la confesión religiosa del autor del ataque: "No verá usted a un católico matar en nombre de su religión, otros pueblos tienen algunos ciudadanos que sí lo hacen".
Unas palabras que, precisamente, contrastan con las declaraciones pronunciadas con el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, César García Magín, que ha llamado a la convivencia: "No podemos identificar el terrorismo con ninguna religión", ha reclamado.
El portavoz de VOX en el Parlamento de Andalucía, Manuel Gavira, por su parte, ha asegurado que "estamos hablando de culturas incompatibles con la nuestra" y ha llamado a practicar deportaciones masivas: "El problema de la inmigración ilegal existe y los medios de comunicación no los vais a poder tapar".
La replica a VOX ha llegado desde Unidas Podemos, por parte de su secretaria general y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, que ha afirmado: "Creo que es miserable extender el odio hacia un colectivo que ya de por sí está muy estigmatizado en momentos tan difíciles".
