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Milei recurre la sentencia para abastecer a los comedores sociales mientras almacena 5.000 toneladas de comida

El hambre en Argentina aumenta mientras la inflación de los bienes básicos genera pobreza en los trabajadores e incrementa la indigencia.

Milei recurre la sentencia para abastecer a los comedores sociales mientras almacena 5.000 toneladas de comida

El Gobierno de Argentina de Javier Milei (La Libertad Avanza, socio de VOX), ha afrontado una crisis tras dejar de suministrar alimentos a los comedores sociales en un duro contexto para la población derivada del cambio de modelo económico que está impulsando el presidente, hacia un sistema puramente neoliberal con recortes en los planes de protección social.

En Argentina, el número de pobres en el país se ha disparado en 3,2 millones en solo tres meses de mandato, la inflación se ha desbocado tras abandonar todas las medidas de control de precios (los alimentos han triplicado su precio) y, en un contexto en el que el sueldo vale menos para sus ciudadanos, se han multiplicado servicios básicos como el metro (que ha multiplicado su precio por cuatro en Buenos Aires).

Todo ello se ha sumado a la disputa del Ejecutivo con los comedores sociales, que han denunciado desabastecimiento por parte de la Administración. El anterior Ejecutivo de Alberto Fernández había dejado en los depósitos 5.000 toneladas de comida y que Milei había retenido sin repartir, a pesar de las necesidades de la población.

Finalmente, ha sido la Justicia quien ha obligado al presidente argentino a distribuir la comida a su población "de forma inmediata" entre los comedores sociales del país. A pesar de las reservas, la Casa Rosada, sede de la Presidencia, ya ha anunciado que presentará un recurso.

"Vamos a apelar", ha afirmado el portavoz del Gobierno, Manuel Adorni, que sostiene que los alimentos se han "reservado de forma preventiva para emergencias o catástrofes". Una semana atrás, preguntado por esta cuestión, había dicho que el reparto no se había producido porque se habían detectado datos fraudulentos sobre la cantidad de comida registrada.

Una decisión que ha generado controversia en todas las capas sociales: "No entre en las razones por las que están guardados, pero pienso que en un tiempo de emergencia alimentaria esto debe llamarnos a la reflexión. Rápidamente tienen que ser entregados", ha reclamado el presidente de la Conferencia Episcopal en Argentina, Oscar Ojea.

Aumento de casos de pobreza e indigencia

La población en Argentina experimenta graves problemas de carencias derivadas de la precaria situación económica que tradicionalmente ha sufrido el país. Un contexto que los anteriores ejecutivos intentaron paliar mediante un fuerte plan de protección social.

El cambio tras la llegada de Javier Milei ha sido radical y se han abandonado todos los planes para la población más vulnerable. Esto ocurre cuando más del 41% de la población argentina se sitúa en el rango de la pobreza e indigencia, según los datos oficiales aportados por el Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC) a finales de 2023.

Los datos han empeorado y, en la actualidad, la pobreza llega al 57,4% de los habitantes, mientras que un 32% de los niños argentinos sufren graves carencias alimentarias, según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica de Argentina (UCA).

"Cuando alguien se va a morir de hambre, con lo cual, digamos, o sea, va a decidir de alguna manera para no morirse"

A pesar de que las situaciones de indigencia y pobreza responden a problemas multifactoriales, el presidente argentino, Javier Milei, ha realizado en diversas ocasiones una cerrada defensa de los mantras neoliberales más profundos sobre los problemas de hambruna en Argentina.

"¿Ustedes se creen que la gente es tan idiota que no va a poder decidir?", se planteó ante un más de un 57% de pobreza en Argentina y una situación de inflación por la que los sueldos no abarcan los bienes básicos. "Va a llegar un momento que se van a morir de hambre, con lo cual, digamos, o sea, va a decidir de alguna manera para no morirse. Entonces no necesito que alguien intervenga para resolverme la externalidad del consumo porque, a la postre, alguien lo va a resolver", fue su argumento en contra de la implicación de las Administraciones.

Sus posicionamientos sobre esta cuestión ya han generado polémica en repetidas ocasiones en el país. "La gente no llega a fin de mes, presidente", le ha cuestionado un periodista en una rueda de prensa en mayo durante la visita a una exposición rural. "Si la gente no llegara a fin de mes, se estaría muriendo en la calle", respondió entonces.

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