En la Nochevieja del año 2015 se denunciaron cientos de agresiones sexuales en la plaza de la Catedral de Colonia, en Alemania. En aquel momento, se demostró que la mayor parte de los acusados procedían del Magreb; pero esto no es relevante en sí mismo, sino que es relevante si se tiene en cuenta la situación real en la que esos hombres se encontraban. Estas personas se encontraban en una situación de exclusión social que, por desgracia, acaba llevando a la delincuencia. Sin que esto sirva como justificación, lo mejor que se podría hacer es ahondar un poco más en el tema.
Estos hombres no tenían más posibilidades de ser agresores sexuales simplemente por ser de Magreb, sino por encontrarse en una situación de exclusión social. Y, en cierta medida, el encontrarse en esa situación sí que depende de su nacionalidad, puesto que, por mucho que lo neguemos, aún hay altas dosis de xenofobia en Europa. No fueron aceptados debido a su origen, y eso acabó llevándolos a sentirse discriminados y a actuar en consecuencia contra la sociedad; no obstante, esto no sirve, como ya se ha dicho, como justificación frente a lo que hicieron. Agredieron sexualmente y, por tanto, deben ser condenados.
Lo que tampoco es justificable son las medidas que tomaron los policías de Colonia este año para evitar las agresiones sexuales. Identificaron a unas mil setecientas personas, prohibieron la entrada a la Plaza de la Catedral a novecientas y detuvieron a un total de veintinueve. Para hacer las detenciones lo que tuvieron en cuenta fue el color de la piel; es decir, si un hombre tenía un tono de piel claro, se le dejaba pasar. No obstante, si su piel era más oscura, no. Al puro estilo de 'Padre de Familia'.
Este "método de prevención" ha sido muy criticado en las redes sociales, aunque también muy alabado por muchos otros, creándose así la polémica. Y es que a raíz de la entrada de los refugiados en Europa hay quien ha visto en ellos un peligro, haciendo que, de esta forma, el racismo y la xenofobia aumenten de forma exponencial.
"Nafris", norteafricanos delincuentes reincidentes
Pero el problema no se ha acabado ahí. Si bien es cierto que las medidas en sí han sido polémicas debido a lo discriminatorio del asunto, la gota que ha colmado la paciencia de los usuarios de las redes sociales ha sido el tweet publicado en la cuenta oficial de la Policía Alemana, donde se señaló, literalmente: "Cientos de Nafris observados en la estación central". El término Nafri ha sido el causante de toda la polémica.
Nafri quiere decir, realmente, "Nordfrikaner Intensivtäter", o norteafricanos delincuentes reincidentes, y hace referencia sobre todo a delincuentes que forman parte de bandas. Normalmente, son hombres que proceden de Egipto, Líbano, Libia, Argelia, Siria y Túnez. Y el problema no es el término en sí, sino el aplicarlo de manera indiscriminada a un grupo de hombres negros simplemente por sus características físicas. Porque lo que hace de un hombre un posible violador no es el hecho de ser de un lugar u otro del mundo, sino el hecho de ser hombre en sí. Si a esto le sumamos el riesgo que supone estar en situación de exclusión social (repetimos: una exclusión social que sí se da en función de la nacionalidad, así como del poder adquisitivo), tenemos todas las papeletas para que suceda un desastre.
Hay quien ha señalado que los controles preventivos han sido eficientes. Pero eso no quita, en ningún momento, que no hayan sido racistas. Alexander Bosch, experto en racismo y miembro de Amnistía Internacional, ha criticado el hecho de que la policía usara el término Nafris para generalizar de esta forma. No ha sido el único: incluso desde la propia policía de Colonia han lamentado el uso de este término a nivel público, puesto que lo consideran algo interno, único de policías.
Lo que es innegable en toda esta situación es que este tipo de controles, basándose en el color de la piel, son racistas e incluso anticonstitucionales dentro de la legislación alemana, que dicta que nadie puede ser discriminado "en función de su procedencia, raza, idioma, país u origen", así como religión. El asunto es polémico, y ha abierto el debate entre la población.