La Unión Europea ha elaborado una lista de oligarcas rusos que serán sancionados por apoyar al régimen de Vladímir Putin. En el texto preparado el Consejo de Asuntos Exteriores de la UE se incluye a Mijaíl Fridman, magnate que controla la cadena de supermercados Dia.
A través del grupo de inversión LetterOne, con sede en Luxemburgo, Fridman tiene un 77,7% del capital de Dia desde que se hizo con su control en 2019, y el resto está en manos de pequeños inversores. El empresario amasa una fortuna de 12.000 millones de dólares (10.730 millones de euros y es uno de los fundadores del grupo Alfa, en el que está incluida una de las mayores entidades financieras rusas, Alfa Bank.
"Ha cultivado fuertes lazos con la Administración de Vladímir Putin y ha sido uno de los financieros de referencia en el círculo estrecho de Putin", recoge el documento al que ha tenido acceso El País. "También ha apoyado políticas que minan o amenazan la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania", añade.
La sanción implicaría que Fridman no podría entrar en los países que conforman la UE y sus bienes serían congelados para que no pueda venderlos ni lucrarse con ellos o su actividad, aunque no se trata de una confiscación.
Junto con Fridman, la lista de sancionados incluiría a su socio y fundadores del grupo Alfa, Pyotr Aven –quien se reunió la semana pasada con Putin–, además de otros empresarios como Igor Sechin, consejero delegado de la petrolera Rosneft, o Nikolai Petrovich, primer ejecutivo de la compañía de oleoductos Transneft.
Pide poner fin al conflicto
Cuando han empezado a anunciarse las sanciones, Fridman ha salido a pronunciarse para evitarlas. A través de una carta enviada a la plantilla de LetterOne, el empresario ha pedido poner fin al conflicto en Ucrania asegurando que es una "tragedia" para la gente de ambos países.
"Nací en el oeste de Ucrania y viví allí hasta los 17 años. Mis padres son ciudadanos ucranianos y viven en Lviv, mi ciudad favorita. Pero también he pasado gran parte de mi vida como ciudadano de Rusia, construyendo y haciendo crecer negocios. Estoy profundamente apegado a los pueblos ucraniano y ruso y veo el conflicto actual como una tragedia para ambos", afirma.
"Si bien una solución parece terriblemente lejana, solo puedo unirme a aquellos cuyo ferviente deseo es que termine el derramamiento de sangre y estoy seguro de que mis socios comparten mi opinión", añade el empresario.