Ángel Boza, el miembro de 'La Manada' que actualmente se encuentra en prisión por robar unas gafas de sol y atropellar supuestamente a dos vigilantes en un centro comercial de Sevilla, ha registrado en el juzgado de Instrucción Número 16 de la capital andaluza una petición de puesta en libertad.
El joven ingresó en prisión el pasao 2 de agosto, poco más de un mes después de haber obtenido la libertad provisional tras la condena a nueve años de prisión por su participación junto a los otros cuatro integrantes de 'La Manada' en el abuso sexual continuado a una joven en los Sanfermines de 2016. Para su reingreso en prisión, el juez apreció entonces la "peligrosidad de Boza" así como el riesgo de fuga y los antecedentes penales, entrañando un "peligro cierto de elusión de la acción de la justicia por la sucesiva concatenación de asuntos que penden sobre el aquí detenido".
Su letrado, Agustín Martínez Becerra, sostiene, no obstante, que no hay riesgo de fuga por sus "circunstancias personales", ya que Boza, al igual que el resto de 'La Manada', debe comparecer cada lunes, miércoles y viernes en los juzgados de Sevilla cumpliendo así con las medidas cautelares impuestas en al auto de libertad provisional de la Audiencia de Navarra.
Martínez Becerra también descarta la reiteración delictiva que apuntaba el juez: "Mi cliente no tiene ningún antecedente por delitos contra el patrimonio. En la hoja histórico penal hay tres condenas por dos hechos, conducción bajo los efectos del alcohol y negativa a someterse a las pruebas de control de alcoholemia. Se trata de delitos contra la seguridad del tráfico y la seguridad vial, pero no contra el patrimonio", ha explicado el abogado a El País.
Un robo anterior
No sería la primera vez que Boza comete este delito, ya que robó cinco gafas junto con otros dos miembros de 'La Manada', José Ángel Prenda y Antonio Manuel Guerrero, un día antes del chupinazo de los sanfermines de 2016. "Todavía está pendiente que se designe un juzgado de lo penal en San Sebastián por el hurto de cinco gafas de sol en esa ciudad", explicó el letrado.
Boza ya había sido condenado con anterioridad por conducir un vehículo borracho y desobedecer las órdenes de la Policía Local de Sevilla, que le indicó varias veces que parase el coche. Los hechos ocurrieron el 23 de mayo de 2014 y le retiraron el carnet durante 24 meses y también se le impuso una pena de 32 días de trabajo comunitario. Sin embargo, el Juzgado de lo Penal 15 de Sevilla le absolvió de los trabajos en beneficio comunitario porque "el condenado tuvo que dejarlos por motivos laborales que se lo imposibilitaron".
Asimismo, el 1 de febrero de 2016 también fue condenado por el Juzgado de Instrucción 10 de Sevilla por haber cometido un delito contra la seguridad víal por conducir bajo los efectos del alcohol y otro contra la seguridad del tráfico por "rebasar a gran velocidad un semáforo en rojo". Se le condenó a pagar seis euros al día durante cuatro meses y se le prohibió conducir durante otros 16 meses y ocho días, mientras que por el delito contra el tráfico se le impuso una pena de cuatro meses de cárcel y también se le prohibió conducir durante ocho meses y cuatro días, según el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.