Ángel Boza seguirá en prisión provisional a la espera de su procesamiento por un delito de robo con violencia con resultado de lesiones y utilización de un instrumento peligroso, haciendo referencia al vehículo con el que golpeó a los agentes de seguridad que trataron de detenerle tras el hurto. El joven de 29 años permanece en prisión provisional, comunicada y sin fianza desde el pasado día 1 de agosto, tras robar unas gafas de sol e intentar darse a la fuga violentamente en un centro comercial de Sevilla.
En el auto judicial dictado el 25 de septiembre, se tiene en cuenta lo siguiente para ratificar la prisión provisional del investigado: "la naturaleza y gravedad del delito, la existencia de indicios racionales" contra el acusado y la posibilidad de "sustraerse a la acción de la Justicia". El tribunal asegura, además, que la próxima vista será en una fecha próxima por "la posibilidad de reiteración delictiva", ya que Boza acumula condenas por anteriores delitos con fecha de comisión 23 de mayo de 2014 y 1 de febrero de 2016.
La Audiencia considera que la medida de privación de libertad, "es adecuada y proporcional" añadiendo, además de la gravedad del delito y los 4 años y medio de prisión que se solicitan, que "condenas anteriores no lograron evitar nuevas conductas delictivas". Dicho veredicto trunca el recurso de la defensa de Boza, que exigía a principios del pasado septiembre, su puesta en libertad a la espera del juicio.
'La Manada' sigue acumulando jucios
Al último delito de Ángel Boza se suma al procesamiento contra los otros cuatro miembros restantes de 'La Manada', José Ángel Prenda, Antonio Manuel Guerrero, Alfonso Jesús Cabezuelo y Jesús Escudero, por los delitos de abuso sexual, maltrato y atentado contra la intimidad por grabar y difundir los tocamientos a los que sometieron a una joven de 21 años en Pozoblanco (Córdoba), en los que Boza no participó. Fuentes judiciales confirman que al no haberse producido penetración ni indicios de violencia o intimidación, la pena a la que se pueden enfrentar por abusos sexuales es la más corta que recoge el Código Penal para estos casos: entre uno y tres años de cárcel.
Dicho suceso ocurría tan solo 2 meses antes de que en julio de 2016 agredieran sexualmente a una joven en los Sanfermines y que les costó una polémica condena de nueve años de cárcel. Sin embargo, por este último delito se encuentran actualmente en libertad provisional bajo una fianza de 6.000 euros desde el pasado 26 de junio, a la espera de la resolución de todos los recursos presentados con relación al fallo de la Audiencia de Pamplona.