La entrevista del príncipe Harry y Meghan Markle concedida a Oprah Winfrey hizo estallar la polémica en Buckingham Palace. Entre los grandes titulares que dejaron los duques de Sussex, sin duda los que más impactaron fueron los referidos a las ideas suicidas de la actriz, así como las acusaciones de racismo a un miembro de la familia real británica, que se habría mostrado su preocupación por el color de piel que pudiera tener su primogénito dadas las raíces afroamericanas de ella.
Con un "what?", Winfrey no pudo evitar su sorpresa ante las revelaciones de Markle, que después serían confirmados por su marido cuando se unió a la entrevista. Según explicó el príncipe Harry, hubo una conversación que giró en torno a "qué aspecto iban a tener los hijos" que tuvieran, por si pudieran ser "demasiado morenos".
Cuando la popular presentadora les preguntó por la identidad del miembro de la familia real que había hecho aquel comentario, los duques de Sussex prefirieron guardar el secreto. "Creo que eso sería muy perjudicial para ellos. Eso me lo transmitió Harry. Fueron las conversaciones que la familia tuvo con él", apuntó Meghan Markle. "Nunca voy a compartir esa conversación, pero en ese momento fue incómoda. Estaba sorprendido", añadió él.
La versión de Lady Colin Campbell
Ante semejantes declaraciones, las especulaciones no tardaron en llegar sobre si realmente había tenido lugar ese comentario y quién lo habría hecho. Poco después se supo que no habían sido ni la reina Isabel II ni el duque de Edimburgo. Finalmente, la controvertida Lady Colin Campbell, enemiga declarada de Meghan Markle y especialmente crítica con el príncipe Harry, ha revelado a través de su canal de YouTube que el comentario provino de la princesa Ana.
Sin embargo, Lady Colin Campbell ha asegurado que el comentario no tuvo ningún contenido racista y que todo se debió a un malentendido. Según su teoría, la tía del duque de Sussex en realidad solo quiso mostrar su preocupación por lo mal que encajaba Meghan Markle en la familia real británica. La biógrafa señala que las palabras de la princesa Ana iban referidas al comportamiento de Meghan Markle, con la que nunca ha tenido una buena relación, pero que el príncipe Harry las habría las habría malinterpretado como una cuestión racista.
"No se preocupaba por el color de Meghan. A la princesa Ana le preocupaba con razón que si el matrimonio continuaba y tenían niños, habría grandes problemas. No por el color de Meghan, sino por la incapacidad y determinación de Meghan de seguir siendo incapaz de apreciar las diferencias culturales y de respetar la institución en la que se iba a casar. Harry corrió hacia Meghan con las objeciones y Meghan las utilizó como arma. Estamos ante gente que está ansiosa por ver un desaire donde sin duda no lo hay", ha expuesto la controvertida Lady Colin Campbell.