El metro de Madrid es a día de hoy uno de los más importantes del mundo. 293 kilómetros de vías, 13 líneas, más de 300 estaciones y casi un siglo de historia. Pero a pesar de los esfuerzos, Madrid posee una red que no cumple los requisitos de todos los usuarios. De esas más de 300 estaciones, 90 no cuentan con ascensores para ciudadanos minusválidos.
Con este problema se encontró este usuario de Twitter en la estación de Tirso de Molina, correspondiente a la línea 1 y en pleno centro de la capital. Una señal para minusválidos y, justo después, unas escaleras.
No hay que fiarse de las señales del Metro de Madrid. Te bajas del tren pensado que es estación adaptada... Y no. pic.twitter.com/f8FCCghzD5
? Borja Terán (@borjateran) 20 de febrero de 2016
La respuesta de la cuenta oficial de Metro de Madrid no se hizo esperar e inmediatamente contestaron que el icono mostrado era obligatorio y que la red cumple la normativa vigente. A pesar de que la estación no cuenta con un ascensor, sí debe contener otros elementos adaptados, como un borde del andén en relieve, por ejemplo. La empresa de transportes justifica así la señalización, a pesar de que, tal y como denunció Borja Terán, la estación no es accesible.
Dicha normativa contempla la implantación de ascensores y escaleras mecánicas (entre otras medidas como señalización, texto en braille, etc.), aunque aclaran que se encuentra en fase de desarrollo, por lo que estas se harán extensivas a toda la red de forma paulatina.
@borjateran el pictograma es obligatorio, indica medidas para personas con movilidad reducida. Más información: https://t.co/HUY6ZbxhJO
? Metro de Madrid (@metro_madrid) 22 de febrero de 2016
A pesar del absurdo de la situación, muchos usuarios contestaron y algunos mostraron otras situaciones similares como el acceso en la estación de Sevilla en la línea 2 o incluso el mismo caso de Tirso de Molina hasta un año antes. Todas estas quejas fueron respondidas por Metro de Madrid con la misma explicación.
Estación de @metro_madrid Banco de España: Minusválidos tienen 1 botón MUY GUAY xa abrir puerta y luego... ESCALERAS pic.twitter.com/NXmZxwc6dD
? Beatriz Correal (@BeatrizCorreal) 5 de julio de 2015
En muchos casos, las personas con movilidad reducida se ven obligadas a bajarse dos, tres o más estaciones antes o después de su destino por el simple hecho de ser la única adaptada, por lo que una vez llegados a la estación deben coger un autobús o recorrer por la calle la distancia entre esta estación adaptada y su verdadero destino.
La línea 11, aislada
Pero no solo ocurren estos casos en líneas y estaciones antiguas. Parte del intercambiador de Plaza Elíptica no está adaptado a gente con movilidad reducida. Es el caso de Alejandro, un joven que contaba su experiencia en 20 Minutos. Coge la línea 11 de metro pero cuando llega a Plaza Elíptica para conectar con la línea 6 (final de trayecto y único enlace) se encuentra con que no hay conexión posible para llegar al andén de la Circular.
Estos casos chocan con lo que dice el Real Decreto de Accesibilidad de los modos de transporte de Madrid. Según este documento, para finales de 2017 el 100% de las estaciones del Metro de Madrid deberían ser completamente accesibles a todos los usuarios. Algo difícil de cumplir puesto que diversos puntos de este decreto no han sido logrados. Por ahora, solamente cinco líneas (3, 8, 11, 12 y Ramal) están adaptadas al completo.
La completa accesibilidad en la línea 1 podría verse modificada por las obras que se acometerán en casi todo el trayecto a partir del próximo 21 de mayo y que afectará a 25 estaciones, aunque los detalles de éste aún no han sido especificados.
El Langui, un caso de éxito
Hace pocos días conocíamos la noticia de que El Langui, artista conocido por formar parte de La Excepción, había bloqueado una carretera por no poder montar en un bus interurbano con su silla. Mientras el Consorcio de Transportes de la Comunidad de Madrid afirmaba que su flota era 100% accesible, El Langui bloqueaba hasta tres veces la carretera para exigir su acceso.
Tras este hecho, el artista se reunió con el consejero de Transportes, Pedro Rollán (PP) y consiguió que la legislación fuera modificada y quedara regulada tal y como está en la actualidad en los autobuses de la EMT de Madrid.