Un hombre ha tenido que ser hospitalizado en la localidad de Worms, al oeste de Alemania, después de introducir su pene en una pesa de dos kilos y quedase completamente encajado.
La persona, cuya identidad no ha trascendido, intentó de todas las maneras que su miembro pudiese 'escapar' de la mancuerna, pero fue imposible: comenzó a inflamarse y tomar un color púrpura que no presagiaba nada bueno. A estas alturas cabe preguntarse: ¿Qué estaría pasando por su cabeza? ¿Buscaba engendrar una nueva pesa? Es más, ¿Nadie pensó en que algo podría salir mal?
Lo cierto es que finalmente el hombre se vio obligado a llamar a los bomberos para que pudieran cortar la pesa de metal y dejar a su pene en libertad. El miembro comenzaba a doler y la situación comenzaba a tomar 'muy mal color'.
Cuando los efectivos llegaron a la zona, no podían creer lo que estaban presenciando: ¡el pene continuaba encajado en la pesa y la situación era crítica! Por ello, y con mucha maña, emplearon un molinillo y una sierra vibratoria con la que comenzaron a seccionar la mancuerna y liberar el pene.
Usar una sierra cerca de un pene no tiene pinta de ser la típica historia con final feliz... ¡pero sí lo fue! Finalmente el hombre vio como su órgano genital quedaba fuera de la pesa y finalmente conseguía recuperar el tono normal.
Los bomberos estuvieron tres horas para terminar el trabajo con satisfacción.