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El motivo por el que Mercadona empieza a cerrar tiendas mientras crece su cifra de negocio

Mercadona ha tocado techo en tiendas tras consolidarse como líder y ahora busca reducir su dependencia casi exclusiva de la economía española.

El motivo por el que Mercadona empieza a cerrar tiendas mientras crece su cifra de negocio

Mercadona ha saldado su primer año con el número de tiendas en España en números rojos: frente a las 1.636 que tenía en 2018, el año que acaba de terminar ha dejado a la empresa valenciana con un total de 1.626, según los datos de Retail Data. Es decir: la firma ha bajado la persiana en diez establecimientos. Y no serán los únicos.

El propio Juan Roig ya dejó entrever en la presentación de resultados de 2018 que el crecimiento de la empresa iba a experimentar un giro de timón respecto a los últimos años: "1.600 tiendas es un buen número [...] La inversión pasa por reestructurar la actual red comercial con la remodelación de los espacios existentes, cambios de ubicación, el cierre de cerca de 100 tiendas que no son rentables o no cumplen con las necesidades de los clientes y la apertura de 60 tiendas", afirmó el ejecutivo.

Los datos, por el momento, le avalan. El fuerte y rápido crecimiento de la empresa en plena crisis le ha permitido extender su modelo de negocio por todos los rincones de España. Los centros han calado en el público, lo que ha llevado a Mercadona a reinar con soltura en el sector. Hasta el punto de que el resto de la competencia se limita a seguir sus pasos por detrás. Para comprender el reinado de Mercadona, basta comprobar este gráfico de la consultora Kantar Worldpanel, donde supera a su rival más inmediato en casi 20 puntos de cuota de mercado.

Una tienda ancla consolidada en plena crisis: por ello sigue contratando

Mercadona ha conseguido consolidarse en plena crisis en lo que en el sector del retail denomina como 'tienda ancla': un polo de atracción del que se benefician el resto de comercios que no compiten de forma frontal porque genera tráfico de visitantes.

La prueba de ello se muestra en la apertura de tiendas. Frente a las 1.050 que tenía en su poder en el año 2006, actualmente cuenta con 1.626. Ha subido la persiana en todas las provincias españolas y ha abierto un número importante de establecimientos con grandes párkings, lo que permite que los clientes ahora puedan desplazarse desde más lejos para hacer la compra. Y, sin duda, no hay que olvidar otro factor: que la empresa se prepara para afrontar de lleno el mercado online, ese sobre el que Juan Roig evidenció todo tipo de reticencias iniciales.

Todos estos factores llevan a que Mercadona ya no necesite buscar al cliente a la desesperada para que conozca la existencia de la firma, sino que la propia Mercadona es un foco de atracción en sí mismo y no precisa de tanta estructura. De hecho, en cierta medida, puede llegar a hacerse la competencia a sí misma en algunos lugares por la cercanía entre algunos de sus supermercados.

Mercadona se prepara para reducir su dependencia de la economía española y afrontar abiertamente la venta online
"Mercadona se prepara para reducir su dependencia de la economía española y afrontar abiertamente la venta online"

Sin embargo, estos datos no implican un ERE o la destrucción de empleo. De hecho, Mercadona sigue contratando. Pero, al igual que Inditex (aunque por otro tipo de motivos), el interés se centra en establecimientos situados en mejores localizaciones, más amplios y mejor atendidos: el número ya no representa 'per se' una virtud.

La vista fuera de España ante una previsible crisis

El cierre de tiendas también encuentra otro motivo: Mercadona se encuentra en plena fase de expansión fuera de nuestras fronteras y actualmente prueba suerte en la vecina Portugal.

Resulta especialmente llamativo que la firma haya cerrado en 2019 una decena de supermercados en España y que, precisamente, haya abierto la misma cifra en Portugal de manera prácticamente análoga.

El interés de Mercadona por salir de España es un movimiento necesario para la compañía ante la previsible crisis económica que podría asomar en los próximos años. El motivo, reducir su dependencia de la economía española: cuanto menor peso tenga la economía de un solo país en particular dentro de sus cuentas, menor dependencia sufrirá en los vaivenes económicos, políticos y sociales de un solo estado. Y, con ello, ante una hipotética caída del consumo en España, tendría la posibilidad de fortalecer su negocio en otro país con mejores cifras donde ya tenga estructura y donde pueda mantenerse a flote.

Una de las empresas que ha sufrido en su piel este problema es El Corte Inglés, que acumula una deuda de más de 3.000 millones de euros porque sufrió de manera impactante la caída del consumo de la crisis tras abrir centros sin control por toda España. Si esos centros se hubieran abierto fuera de nuestras fronteras, la empresa podría haber compensado la doble crisis española (internacional y del ladrillo) con las mejores cifras de consumo que se registraban en otros países europeos.

Incertidumbre

El negocio todavía no ha empezado a calar entre los consumidores portugueses
"El negocio todavía no ha empezado a calar entre los consumidores portugueses"

Sin embargo, el desembarco en el extranjero no deja de suponer incertidumbre para la empresa. La distribución alimentaria presenta particularidades en cada país y un reto de logística por el transporte de los bienes que se distribuyen en los establecimientos.

Mercadona, por ejemplo, no ha terminado de calar en el consumidor medio portugués porque no ofrece el mismo surtido que en España, tiene un catálogo demasiado fijado en el consumidor español y los sindicatos hacen comparativa con los salarios de nuestro país, donde el precio de la vida también es mayor.

El problema de la expansión internacional a un ritmo excesivamente rápido es uno de los múltiples quebraderos de cabeza que ahora enfrenta otra empresa del sector, los supermercados DIA. ¿El motivo? En su caso, porque se intentó copiar los hábitos alimentarios de España a lugares tan diversos como China o Argentina.

Esas experiencias recuerdan la necesidad de afrontar ese reto con mesura, aunque con la vista puesta en la necesidad de anclar la solidez de un negocio en diversas economías con el objetivo de agarrarse a la que mejor funcione en cada momento.

La firma de Juan Roig ahora tiene la oportunidad de demostrar que puede crecer con la rapidez que ha evidenciado en España con una actitud camaleónica que le lleve a ser favorita entre los consumidores de cada país.

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