Mercadona ha anunciado este miércoles que dejará de fabricar pan. La cadena de supermercados tiene la intención de recurrir a proveedores locales en lugar de mantener la elaboración propia, la única categoría que fabrica en las diferentes líneas existentes en los almacenes de sus bloques logísticos. Con este movimiento, según explica en un comunicado, la cadena busca ofrecer "la máxima calidad al precio más bajo posible" y optimizar los procesos de fabricación.
Mercadona ya inició en 2018 un proyecto piloto en el que colaboró con proveedores especialistas que asumieron la producción de más de 20 millones de kilos de pan anuales. Comenzaron con especialidades como pan de leche, pulguitas o integrales. La compañía ha ido paulatinamente ampliando este proyecto con más proveedores locales: Valero en Cataluña, Mondat en Andalucía o PandeCan en Canarias, entre otros.
La empresa de supermercados prevé seguir desarrollando esta iniciativa durante los próximos años e ir cerrando su elaboración propia, que mantiene en ocho bloques logísticos. La firma asegura que "este movimiento, del que ha sido informada la representación legal de la plantilla, no afectará a las 650 personas que conforman las líneas de panificación, que se irán reubicando conforme se vaya implementando la estrategia; y así ha sido informada la representación legal de las trabajadoras y trabajadores".
El comunicado de Mercadona explica que "la estrategia contribuirá al crecimiento de las economías locales, fruto de la colaboración con proveedores locales que garantizarán los volúmenes, la calidad y la diversificación en esta categoría".
Diversificación
La directora general de fabricación de pan, Ariana González, explica que "en 2018, optamos por buscar alternativas a la producción propia de pan, única categoría de cuya elaboración se encargaba la compañía, para apostar, como en el resto del surtido, por proveedores especialistas".
La compañía cerrará, por tanto, sus líneas de producción de pan y prevé trabajar a partir de ahora con productores locales para, asegura González, "reforzar nuestro papel de prescriptores y centrarnos en lo que mejor sabemos hacer: ofrecer un surtido eficaz de la máxima calidad y al más precio más bajo posible".