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Los mensajes de WhatsApp entre los agresores de Samuel sugieren que no se arrepintieron del crimen

Los investigadores analizan los teléfonos: uno de los acusados intentó vender el móvil robado de Samuel antes de deshacerse de él.

Los mensajes de WhatsApp entre los agresores de Samuel sugieren que no se arrepintieron del crimen

Los investigadores continúan arrojando luz sobre el asesinato de Samuel. El análisis de las cámaras de seguridad, el ADN y el rastreo de los teléfonos móviles de los detenidos han permitido inculpar a los presuntos autores del asesinato y ahora sugerir que no se arrepintieron del crimen.

La Policía se encuentra en estos momentos analizando los terminales de los implicados para conocer más detalles sobre lo que sucedió aquella madrugada del 3 de julio antes, durante y después del asesinato. La investigación sigue en fase embrionaria, pero ya ha dado algunos resultados.

Entre ellos, que dos de los incriminados se intercambiaron mensajes de WhatsApp en los que no mostraban ningún ápice de arrepentimiento sobre lo que acababa de suceder. Únicamente mostraban preocupación y cierto miedo enfocado hacia las consecuencias.

La policía también ha tenido constancia de que alguno de los acusados intentó de borrar archivos de su teléfono, según publica el diario ABC. Tanto los mensajes como dichas imágenes están siendo cruciales en las investigaciones, también en determinar si fue un asesinato homófobo. La fiscal y la juez tendrán que determinar, con los elementos de los investigadores, si hubo un delito de odio.

Los investigadores analizan los teléfonos de los implicados
Los investigadores analizan los teléfonos de los implicados Redes Sociales

El móvil que no se analizará será el de Samuel. Uno de los acusados supuestamente se lo sustrajo y, más tarde, se deshizo de él, antes de intentar vendérselo a otro implicado. Por ello, no se podrá contar con una de las pruebas más importantes de este caso (se considera, por el momento, que fue el desencadenante, un malentendido mientras realizaba una videollamada).

Las cámaras de seguridad

Las cámaras de seguridad también señalan la autoría de los acusados. Los investigadores han analizado las sitiadas en el pub El Andén, donde Samuel y los agresores, que no se conocían previamente, habían estado previamente.

La policía utilizó estas imágenes para detener a los seis implicados: tres de ellos están actualmente en prisión, dos menores han sido enviados a un centro de internamiento y una joven finalmente están en libertad provisional como encubridora.

También se han analizado las cámaras de seguridad del paseo marítimo, donde ocurrieron los hechos. Por ello se ha determinado que la agresión duró seis minutos, en los que Samuel fue golpeado a lo largo de 150 metros sin posibilidad de defenderse. Las cámaras captan a dos o tres jóvenes más, además de los detenidos, participando en la pelea. Por ello se plantean más detenciones en los próximos días.

Junto a ello, se encuentran las pruebas de ADN, que cercan a dos detenidos. El forense ha encontrado restos en el rostro de la víctima (supuestamente por haberla golpeado) y de otro en una botella de cristal, que se podría haber empleado en la agresión. Sin embargo, los investigadores tienen claro que la agresión fue grupal y que fueron varios golpes los que acabaron con su vida.

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