España hace frente a la segunda ola del coronavirus. Los rebrotes se han disparado y la cifra de nuevos contagios alcanza los datos de mediados de abril, cuando aún estaba vigente el estado de alarma y se mantenía el confinamiento. Bien es cierto que la letalidad del coronavirus es menor, pero esto se debe principalmente a que ha bajado la edad de contagio.
Pero cuando España ya suma en torno a los 365.000 contagios y supera las 28.700 muertes, aún hay quien no se toma en serio las medidas de seguridad e incumple todas las recomendaciones. E incluso hay quienes niega la existencia del coronavirus y convocan manifestaciones antimascarillas como la que tuvo lugar el pasado 16 de agosto en la madrileña Plaza de Colón.
Si hay un colectivo que ha mirado cara a cara al Covid-19 y se ha dejado la piel en luchar contra él es el de los sanitarios, que llevan al pie del cañón desde el primer día. Han puesto en riesgo sus vida, han trabajado sin descanso y con escasos recursos mientras la sociedas les aplaudía desde los balcones para agradecerles su esfuerzo. Por eso ahora no entienden las irresponsabilidades de algunos.
María Ramírez, una enfermera con gran presencia en las redes sociales, ha acabado estallando a través de un vídeo en el que se ha mostrado angustiada y derrotada. La sanitaria reconoce que no puede más y asegura no entender que parte de la sociedad, en vez de luchar contra el virus, luche contra ellos.
....cuando necesitas soltar lastre... pic.twitter.com/SpmL74TUzf
— María Ramírez Sánchez (@lovenursingmery) August 18, 2020
"Hace cuatro meses, 47 millones de personas estábamos luchando codo con codo contra un virus moral y casi lo tenñiamos, lo teníamos acojonado ya. Cuatro meses después, parte de esos 47 millones están lo que están haciendo es luchar contra nosotros, que no tenemos la culpa de esta situación, que estamos intentando con todas nuestras fuerzas resolverla lo antes posible", ha expresado con un nudo en la garganta.
La enfermera también se ha referido a aquellos que creen en teorías conspiranoicas y niegan la existencia misma de la Covid-19: "Dicen barbaridades como que este virus no existe cuando hemos visto morir a tanta gente. O que las mascarillas producen aproxia. Y yo, igual que muchos, estamos agotados física y mentalmente para aguantar estas cosas", lamenta con la voz rota.
"No puedo más. He intentado gastar un poquito de las energías que me quedaban para traer un poquito de información, pero realmente no puedo más", ha expresado para anunciar que se alejará un tiempo de las redes sociales, aunque seguirá resolviendo dudas si alguien lo necesita.
En su despedida, Ramírez ha lanzado un claro mensaje a los irresponsables, incrédulos y negacionistas: "Sigáis o no sigáis las recomendaciones higiénicas y sanitarias, si venís a mi centro de salud yo os cuidaré igual. Quizá me falte la sonrisa en lo ojos, pero os cuidaré igual".
Vergonzosas escenas
La difusión de teorías negacionistas ha provocado que para algunas personas, los sanitarios hayan pasado de ser héroes a convertirse en el enemigo. Así, se han vivido escenas de tensión en algunos hospitales o centros de salud como la que se vivió hace apenas unos días en Madrid, cuando una mujer se enfrentó a gritos contra personal sanitario: "Sois todos unos cómplices de esta plandemia. ¡Coronatimo!. ¡Sinvergüenzas!".
Cuando algo así o peor sucede en la puerta de Urgencias de un hospital, al menos hay personal de seguridad. En la mayoría de los centros de salud no hay.
— Enfermera Saturada ???? (@EnfrmraSaturada) August 18, 2020
"Es lo que vivimos cada día en hospitales y centros de salud", denuncian desde el Twitter de Enfermera Saturada, que ha difundido el vídeo. "Ojalá todo fuese un montaje, el virus no existiese y los fallecidos y las secuelas no fuesen reales", apunta, compartiendo algunas de las situaciones a las que tienen que hacer frente con este tipo de personas: "El bozal te lo pones tú, borrega", "no me da la gana de echarme gel en las manos, échatelo tú en el coño", "pagaréis por toda la gente que habéis matado". "Nunca quisimios ser héroes, pero tampoco nos merecemos esto", concluye.