Aunque el consumo de bebidas alcohólicas cada vez empieza a edades más tenpranas, no dejan de llamar la atención este tipo de casos. Un niño de 12 años sufrió un coma etílico tras beberse una botella de whiskey Johnnie Walker Red Label junto a dos amigos que le acompañaban, a los que afortunadamente no les pasó nada.
A diferencia de ellos, él no corrió la misma suerte y acabó en el hospital, en coma, por la ingesta desmedida de alcohol. No se tenía en pie y no podía parar de vomitar. Acto seguido, el menor se desmayó y tuvo que ser socorrido por los servicios de emergencia, quienes acudieron al parque donde ocurrieron los hechos, tras la llamada de una mujer a la que el niño se atrevió a golpear cuando esta le ofreció su ayuda.
La mujer se percató rápidamente de su estado de embriaguez y entendió rápidamente que el golpe se debía únicamente al crítico estado en el que se encontraba. Ella acabó con un puñetazo en el ojo, sin embargo, él no salió ileso y en el momento del golpe, también cayó al suelo de espaldas.
Instantáneamente se levantó y no dudó en huir rápidamente, aunque su evidente borrachera le impidió continuar de forma consciente y cayó al suelo, aunque antes, según comenta la víctima del golpe, el menor arriesgó su vida de forma imprudente y estuvo cerca de ser embestido por un coche.
Se lo devolvió con un puñetazo en el ojo
Visto lo visto, ella, pese a todo, no dudó en poner a salvo al joven y le llevó a un banco para que pudiera tranquilizarse y estabilizarse. Según relata la testigo en el diario murciano La Verdad, le ofreció un vaso de agua con azúcar, aunque él lo rechazo y se negó rotundamente a dar parte de lo ocurrido a sus padres por miedo a que le echaran un rapapolvo por la desmesurada cantidad de alcohol que había bebido.
Él, en señal de respuesta a la ayuda que le intentaban ofrecer, le propinó un golpe. El impacto del puñetazo dejó el ojo morado a la chica. Cuando la ambulancia le recogió, ya había entrado en coma y no pudieron reanimarlo en el acto. Horas después, en la madrugada del domingo 15 diciembre al lunes 16, despertó del sopor en la UCI del Hospital Virgen de La Arrixaca, tras haber permanecido inconsciente unas 24 horas. Un susto que por suerte su familia no tendrá que lamentar, pues evoluciona favorablemente.
Los riesgos del consumo del alcohol por parte de menores en cantidades elevadas a esta temprana edad son extremos, pues según explica Miguel Ángel Rodríguez, subdirector de Programas de la FAD, "este consumo de alcohol puede tener una afectación luego a medio plazo, en el desarrollo madurativo cerebral" de aquellos jóvenes que se inician en esta práctica de forma prematura. La edad media se sitúa en torno a los 14 años, un dato muy preocupante.