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Una ciudad sueca quiere cobrar por pedir en la calle para acabar con los mendigos

La ciudad de Eskilstuna ha implantado esta medida que ha generado una fuerte polémica entre los ciudadanos.

Una ciudad sueca quiere cobrar por pedir en la calle para acabar con los mendigos

La mendicidad tiene sus días contados en la ciudad sueca de Eskilstuna, al oeste de Estocolmo. Esta ciudad, muy próxima a la capital, se ha erigido como la primera en decretar una ley que obligue a los mendigos a presentar una licencia si quieren ejercer como tal en sus calles. El municipio de unos 100.000 habitantes obligará a sus habitantes menos pudientes a afrontar el pago de un permiso que les de luz verde. Su coste es de unos 23,30 euros (250 coronas suecas) y tendrá validez durante un período de tres meses.

Para solicitar la licencia, los interesados deben hacerlo a través de la red o de forma presencial, personándose en una comisaría y además deben presentar un documento de identidad que les acredite ante las autoridades y la Administración. La medida llega con el objetivo de acabar con la mendicidad en las calles de la ciudad, algo que no había ocurrido nunca en la historia reciente de Suecia, aunque un proyecto similar en todo el país ya había sido desestimado en 2015. La idea nació en la ciudad de Vellinge, próxima a Malmö, cuyos habitantes se sitúan en un umbral económico elevado, muy diferente al de cualquiera que pudiera solicitar este permiso. 

Eskilstuna es la primera ciudad sueca en sancionar a aquellos indigentes que no dispongan del permiso correspondiente
"Eskilstuna es la primera ciudad sueca en sancionar a aquellos indigentes que no dispongan del permiso correspondiente"

Por lo tanto, Eskilstuna definirá un perímetro en el cual no se podrá pedir dinero sin la licencia correspondiente, por lo que su acción sin la misma conllevaría una sanción económica directa. Entre los lugares que se incluirán dentro del área que las autoridades delimiten estará el centro histórico, áreas comerciales y los exteriores de instalaciones deportivas

Grandes esfuerzos y primeros interesados

Si bien es cierto que los países escandinavos no destacan por sus altos números en pobreza y mendicidad, la cuestión necesita un plan de combate o al menos así lo da a entender el socialdemócrata Jimmy Jansson, alcalde de la localidad, en una entrevista con la televisión pública sueca SVT: "Es difícil saber en qué resultará, probamos nuevas vías burocratizando y dificultando la actividad", declaró. La medida fue adoptada en mayo del año pasado pero su implantación se vio retrasada por las quejas que determinados grupos presentaron ante los tribunales administrativos. Sin embargo, los socialdemócratas mantuvieron el apoyo de liberales y conservadores. 

La normativa reguladora en contra de la mendicidad en esta localidad sueca no ha sentado nada bien a ciertas organizaciones e instituciones sociales, que consideran que la iniciativa criminaliza ampliamente la cuestión. Entre ellas está Stadsmission, que con su director Tomas Lindroos al frente, apelan al existente analfabetismo de este grupo social, lo cual deja en evidencia la normativa, porque "no saben que está pasando, no conocen ningún otro idioma que el suyo, es muy difícil comunicarse con ellos". 

El alcalde Jimmy Jansson hace hincapié en que la medida va en contra de la idea de estado de bienestar presente en Suecia actualmente
"El alcalde Jimmy Jansson hace hincapié en que la medida va en contra de la idea de estado de bienestar presente en Suecia actualmente"

Sin embargo, Jansson relaciona el estado de bienestar existente en Suecia con la posibilidad de permitir que la mendicidad siga existiendo en sus calles: "No se trata de perseguir personas. [...] No veo la misma energía en criticar el hecho de que haya gente que se ve obligada a pedir que en criticar nuestros intentos de poner reglas".

El socialdemócrata y sus homólogos quieren acabar con la "alteración del orden público" que supone dejar a esta minoría social campar por las calles a sus anchas, de manera que según Jansson, no solo piden comida o dinero, sino que "orinan y acumulan basura en las puertas de los comercios", algo que no gusta nada a los clientes que frecuentan los establecimientos comerciales. Por ello, garantizan que con su entrada en vigor no buscan otra cosa que no sea su llegada a organizaciones de acogida o su vuelta a casa. 

Sea como fuere, los sintecho en Eskilstuna ya han empezado a solicitar la controvertida licencia a la Policía del municipio, al menos así lo recogen algunos medios locales, que apuntan a que ya habrían recibido hasta 8 solicitudes. 

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