Una noche llena de glamour, un tanto de elegancia y también teatro. No faltó Christer Björkman y tampoco la variedad de estilos musicales que Sveriges Television (SVT) volvió a poner sobre la mesa, o mejor dicho, sobre su imponente escenario. Ese al que España aspira desde hace muchos años y, por lo visto, así seguirá siendo. La audiencia sueca no falló y seleccionó para la gran final lo mejor que había en la nueva terna de artistas de esta semifinal: Charlotte Perrelli, ganadora de Eurovisión 1999 con 'Take Me To Your Heaven'; y Tusse, vencedor del 'Idol' sueco de hace un par de años. 'Still Young' y 'Voices' dieron de sí todo lo que podían durante la gala, tanto que su merecido pase a la final ha puesto en peligro la corona que ostenta actualmente Dotter y su 'Little Tot'.
Al menos eso es lo que dicen las redes. No obstante, Tusse, presionado por su condición de favorito, no cumplió en todo, ya que se llevó un tirón de orejas tras saltarse las estrictas reglas de seguridad frente al coronavirus impuestas en el recinto del Annexet por la SVT. El ente público sueco trata de limitar al máximo los contactos entre los participantes pese a contar con un plan B, y ya puestos, un plan C, en caso de que alguno de los participantes sea positivo en COVID-19. Incluso para los propios presentadores, porque en caso de que alguno de ellos sucumbiera a un posible contagio, y para alegría de los eurofans, Sanna Nielsen tomaría el relevo y se pondría al frente de formato.
No obstante, antes de que esta posibilidad pudiera darse, el que no quiso perdérselo fue el cantante Timbuktu, conocido también por su nombre de pila, Jason Diakité, y éxitos como 'Alla vill till himlen men få vill ju dö' o 'Resten av ditt liv'. Y dio mucho de sí, aunque no tanto como sus antecesores, Oscar Zia y Anis Don Demina. En esta ocasión, y sin que sirva de precedente, Björkman recobró parte del protagonismo que había perdido durante la gala anterior. Con los suecos, nunca se sabe. La semana que viene tendremos como maestra de ceremonias a Pernilla Walhgren, madre de Benjamin Ingrosso, que vuelve de cantarse un clásico schlager en el Picadilly Circus londinense, junto al cómico Per Andersson, cuya última vez en el concurso fue en el año 2011, dedicado toda una vida a los escenarios con su humor grotesco tan particular.
Volviendo a los participantes de la noche del sábado y el resultado de las votaciones, en el otro lado, un peldaño por debajo, tuvimos al sueco-chileno Álvaro Estrella, finalista el año pasado con Méndez y su 'Vamos Amigos'; y el retorno de Klara Hammarström, que se tuvieron que conformar con un billete al Andra Chansen, la gala de repesca. Y no nos extraña, especialmente si atendemos a sus atuendos, especialmente el de Klara, quien asegura que busca parecerse a la actriz Emilia Clarke en su papel de Daenerys Targaryen, en 'Juego de Tronos'. No ha podido elegir peor. Klara, cada cosa en su lugar.
En el caso de Estrella, esta nueva oportunidad ha supuesto toda una sorpresa después de su eliminación como solista en 2014 con 'Bedroom', algo similar a lo que le ocurrió a Hammarström el año pasado, tras su batacazo con 'Nobody'. Sus números de esta edición con 'Baila Baila' y 'Beat of Broken Hearts' no convencieron lo suficiente como para merecer el pase directo a una final que, por ahora, sigue muy abierta, a expensas de lo que nombres como el de Eric Saade o The Mamas puedan contribuir a la competición durante la cuarta semifinal, que tendrá lugar este sábado 27 de febrero.
Recta final: ¿Hay ya un ganador o ganadora?
En el 20º aniversario del Melodifestivalen, tal y como lo conocemos en la actualidad, la SVT no ha querido prescindir ni escatimar en recursos. Dejando a un lado la crisis sociosanitaria que aflige al país y los altos números de contagios y muertes que lo sitúan a la cabeza del ranking en Escandinavia como país que más fallecidos por el virus ha tenido en las últimas semanas, el concurso ha querido contribuir a unir a todas las familias del país una vez más, con mucha diversidad y variedad de estilos musicales, como los que se pudieron escuchar durante la noche del sábado: desde el pop-escandinavo más actual, al pop-reggaeton más bailable o a la balada más enternecedora y Disney posible, sin pasar por alto un poco de rock-metal. Todo ello en siete temas. En una lista de siete cuela, en una de 28, quizá no tanto.
Si bien la tercera semifinal del Melodifestivalen 2021 ha vuelto a ser un poco más de lo mismo, Charlotte Perrelli, vencedora del programa por última vez en 2008 con el tema 'Hero', no quiso perderse la oportunidad de dar un giro a su imagen en la industria musical sueca con la moderna performance de 'Still Young', un diamante en bruto. Era su momento, especialmente tras un descafeinado e insulso 'Mit Liv' en 2017, con el que no convenció ni al más pequeño reno de las inmediaciones de la Kiruna lapona. De hecho, tanta es su apuesta por el tema que ha invertido su propio dinero en la actuación que pudimos ver el sábado.
Con una imagen muy potente, delicada y apropiada para el momento en el que se encuentra, más guapa que nunca, "La Perrelli" volvió a derribar muros como ella sabe. Es su primera final en 13 años y parece que venía mentalizada y preparada para ello. ¿Su caballo ganador? Una apuesta segura en el equipo de compositores que han escrito el corte, entre ellos se encuentran Thomas G:son o Erik Bernholm, compositores del 'Quédate Conmigo' de Pastora Soler.
Las referencias al popular dúo sueco Smith & Thell están ahí de nuevo, pero no molestan, sino que aportan mucho a la canción, que ella misma ve como "el 'Hero' de 2021". Perrelli ha cumplido y la esperamos con ganas en la final, aunque no creemos que tenga opciones de alzarse vencedora en esta ocasión. Dicen que los retornos nunca acaban bien, pero si se materializan así, Charlotte es bienvenida cada año.
Aprovechando esta invitación, también queremos ofrecerle una a la cantante Sabina Ddumba, que interpretó un medley de su mayor éxito 'Not Too Young'; y su último single, 'Damn good woman'. Ddumba formó parte del interval act, justo antes del resultado de las votaciones con un número que ya bien podría haber sido elegido para la competición. Además, acaba de lanzar un nuevo tema al mercado junto a Danny Saucedo, clasificado para la final en la primera semifinal.
En el caso de Tusse, la situación es parecida. La diferencia es que la audiencia y la crítica sí esperaban un gran tema por su parte. El joven congoleño ha cumplido muy bien con un mid tempo inspirado, al menos en nuestros oídos, en los sonidos más actuales de The Weekend. El traje rojo en el que Tusse apareció enfundado luce reforzado en cámara y le otorga mucha personalidad, un rasgo que probablemente también le llevó a la victoria en el talent show mencionado al comienzo del artículo. Además, cuenta con un equipo de compositores que ha saboreado el éxito en el concurso recientemente: Joy Deb y Linnea Deb, autores de 'Heroes' de Måns Zelmerlöw; Jimmy "Joker" Thörnfeldt, co-escritor de 'El Diablo', el tema que representará a Chipre en Eurovisión 2021; y Anderz Wrethov, vencedor en 2019 con 'Too Late For Love' de John Lundvik y co-autor de 'Fuego', que Eleni Foureira alzó hasta la segunda posición en la cita anual europea de 2018 en Lisboa.
Hay quienes ya alertan de su posible victoria, pues actualmente sube como la espuma en las casas de apuestas que intentan predecir el ganador. Los fans de Eurovisión temen ya la posibilidad de que el país escandinavo envíe de nuevo a Eurovisión a un artista masculino, pues sería la sexta vez desde el año 2014, último año en el que Suecia estuvo representada por una cantante femenina. No incluimos en esta cuenta a The Mamas, puesto que nunca llegaron a pisar el escenario del festival europeo... ¿Podrían hacerlo en este ocasión, ahora que Eurovisión se celebrará de una forma u otra?
Los corazones de la app oficial del Melodifestivalen no dieron más de sí tras los 647 mil votos recibidos a lo largo de la noche, que desgraciadamente, en su mayoría, no fueron a parar a los temas de Emil Assergård, Mustasch y Elisa. Esta última trajo la balada más fuerte de la edición, al menos, el baladón en sueco del año. Pese a que realmente pudimos divisar la notable evolución de esta cantante de 29 años, una vez más Lindström se ha vuelto a casa con las manos vacías. Caso contrario fue el de Assergård, quien recibió la llamada de Stefan Löfven, primer ministro sueco, poco antes del comienzo de la gala.
Suecia sigue muy pendiente del Melodifestivalen 2021... ¡Y nosotros también! #IngetStopparMello! (¡Nada para al Melodifestivalen!)
