Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas. Dicho y hecho. Suecia está lista para dar comienzo a su mayor programa de televisión, el Melodifestivalen. 28 artistas han vuelto a ser seleccionados por el ente público de radiodifusión sueco, Sveriges Television, para encontrar la canción que les represente en el Festival de Eurovisión 2021, que tendrá lugar (de nuevo) en Róterdam (Países Bajos).
Quienes pudieran considerar este proceso un trámite, al igual que ocurre en España cada año, no saben que al menos un tercio de la población del país escandinavo se reúne cada sábado de febrero, y parte de marzo, frente al televisor, para ver desfilar al talento que inunda la radiofórmula nacional a lo largo del año. Estrellas y no tan estrellas, triunfitos y no tan triunfitos... todo y nada vale en un festival que tiene identidad propia y que es hasta más grande que el propio certamen europeo al que destina su fin último.
Ante la amenaza del coronavirus, que ha obligado a la cadena sueca a prescindir de su tour anual por toda su geografía, cuyo concepto e idea fueron ideados por el productor y exrepresentante patrio en el evento del viejo continente, Christer Björkman, Suecia ha convocado a la primera terna de artistas en Estocolmo para comenzar con el espectáculo en la noche de hoy.
Elegidos a puerta cerrada con expertos, discográficas y eurofans, las siete primeras caras de este Melodifestivalen están a punto de subirse al moderno escenario diseñado por Viktor Brattström, para luchar por un puesto en la final o en la gala de repesca. Sí, a los suecos les gusta dar segundas oportunidades. Todos ellos las aceptan encantados, sin ningún tipo de exquisitez. Y además, son de volver. Que se lo digan a cuatro de los siete de hoy, que sin tapujos dejaron asignaturas pendientes en el pasado. Alguno de ellos podría haber avanzado notablemente, lo comprobaremos esta noche.
No perdamos más tiempo y describamos, al menos dando un pequeño ápice al lector, todo lo que podrá ver a través de SVT Play, la plataforma online de la cadena que, con un pequeño golpe de suerte, no colapsará ante la alta demanda y afluencia de usuarios que se conectarán para ver la primera ronda clasificatoria.
1 Kadiatou - "One Touch"
Compositores: Joy Deb, linnea Deb, Jimmy 'Joker' Thörnfeldt, Anderz Wrethov
La segunda clasificada de la versión sueca de Idol llega fuerte con 'One Touch', un tema bailable, pegadizo, muy club, con reminiscencias a un sonido a medio camino entre los últimos lanzamientos de Rita Ora y Dua Lipa. Este tipo de temas suelen correr bastante suerte, aunque su perfil como artista juega en detrimento de nombres con demasiada trayectoria en esta semifinal. Además, Kadiatou ha estado muy floja de voz en los ensayos previos.
2 Lillasyster - "Pretender"
Compositores: Isak Hallén, Palle Hammarlund, Ian-Paolo Lira, Jakob Redtzer, Martin Westerstrand.
La bandera cuyo vocalista trae el tema más rockero y metalero de la presente temporada eurovisiva. Una canción con un estribillo aún así pegadizo y algo gamberra, con el timbre de voz tan particular de su vocalista Martin Westerstrand. Tiene todas las papeletas de pasar a la siguiente ronda, ya que marca la diferencia entre todas las opciones de la velada.
3 Jessica Andersson - "Horizon"
Compositores: Christian Holmström, Jesper Jakobson, Fredrik Kempe, David Kreuger, Markus Lidén.
La cantante compite por octava vez en el concurso con un tema bastante clasicón, aunque ejecutado con una correcta puesta escena, poco novedosa, que se ha podido ver anteriormente en Eurovisión. Podría ser la primera vez que se quede fuera de la gran final, pues lejos queda ese sonido schlager que le llevó al TOP 5 en Eurovisión 2003, como parte del dúo FAME.
4 Paul Rey - "The Missing Piece"
Compositores: Laurell Barker, Paul Rey, Fredrik Sonefors.
El gran descubrimiento del año pasado, Pauli tiene de nuevo todas las de ganar. No sabemos si acudirá directamente a la final, por las mismas razones expuestas anteriormente con Kadiatou. No obstante, Paul Rey tiene un sonido propio y una puesta en escena en tonos muy cálidos, cercanos y mucho más emotiva en historia que 'Talking In My Sleep', con la que en 2020 se clasificó en sexto lugar. El tema habla de su hija recién nacida, su gran alegría en 2020. Es consistente y juega sobre seguro para convencer al pueblo sueco, al que la emoción, bien empleada, suele darle recompensa.
5 Arvingarna - "Tänker inte alls ga hem"
Compositores: Stefan Brunzell, Nanne Grönvall, Thomas G:son, Bobby Ljunggren.
Hace ya 30 años que Casper, Tommy, Kim y Lasseman se juntaron para escribir una canción por primera vez. Este 6 de febrero llegan de nuevo al mayor de los escenarios en el país tras haber conseguido la victoria en 1993, alcanzando la séptima posición en Eurovisión. En 2019 volvieron al Melodifestivalen con un tema similar, 'I Do', muy del gusto de la audiencia sueca, quien les clasificó automáticamente para la final. Con una puesta en escena que recuerda a la del australiano Guy Sebastian en Eurovisión 2015, estos chicos volverán a clasificarse para la gran final sin ninguna duda.
6 Nathalie Brydolf - "Fingerprints"
Compositores: Laurell Barker, Anna-Klara Folin, Andreas 'Stone' Johansson. Etta Zelmani.
Brydolf traerá la balada de la noche. Un tema muy efectista, con mucha progresión, cuya melodía va in crescendo y juega con la emoción de una forma muy vista y poco etérea, pese a que intenta, por todos los medios, lo contrario. No obstante, la canción funciona en el escenario, visualmente es muy atractiva y elegante y podría dar la sorpresa colándose en el Andra Chansen, la gala de repesca.
7 Danny Saucedo - "Dandi Dansa"
Compositores: Karl-Johan Råsmark, Danny Saucedo.
Danny Saucedo, uno de los artistas suecos más reconocidos de la última década, vuelve al Melodifestivalen tras haber quedado como el gran perdedor ante Loreen y su 'Euphoria' en 2012. Lo mejor del asunto es que Danny tuvo en sus manos 'Euphoria' por aquel entonces y la rechazó, para interpretar 'Amazing', con la que se clasificó en segundo lugar. Prometió no volver, luego se arrepintió. Dicen que a la tercera va la vencida, y es que el cantante, tras vivir en América, goza de una carrera consolidada en Suecia con temas únicamente en sueco. Pese a ello, y la movida y dinámica puesta en escena que lo acompaña, además de las sutiles referencias a 'La Macarena', harán que su pase a la gran final sea una realidad.
Lección aprendida
Volviendo al palco escénico, Brättstrom también diseño el escenario de Eurovisión en 2013 y 2016, ambos con identidades muy diferentes. El primero buscó la sencillez tras su antecesor en Bakú; el segundo, superar el de sus vecinos daneses, que dos años antes habían tirado la casa por la ventana. Lo mismo ocurre en el Melodifestivalen, una de cal y otra de arena, teniendo en cuenta el uso irregular, año tras año, de las proyecciones y las pantallas LED.
La crisis sociosanitaria que aflige al mundo entero ha obligado a las cabezas pensantes de este formato a modificar su presentación televisiva. Si en marzo de 2020, pese a las recomendaciones, salieron adelante con 30.000 personas en el mismo recinto, tan solo dos días antes de que Isabel Díaz Ayuso cerrara colegios y universidades por primera vez en España, hoy veremos una gala cuyo concepto esconográfico se parecerá más a una caja de zapatos que a cualquier otra cosa.
Este año, toman el relevo las pantallas LED, también los cachibaches, que muchas veces suplen las carencias visten un tema. Actuaciones al más puro estilo MTV EMA's es lo que aquellos y aquellas que acaban de descubrir a Pippi Långstrump verán a partir de las 20:00 CET en el primer canal de la televisión sueca. También aquellos que se reúnen para jugar a la petanca y al ajedrez cada día. Sí, porque a diferencia de lo que ocurre en nuestro país, el Melodifestivalen es un show muy familiar, donde abundan las plumas y los globos de colores, aunque también los chupetes y las sillas de ruedas. El espectáculo más inclusivo que jamás haya visto, diversidad es la palabra que lleva escrito por todo su recorrido a lo largo de más de 60 años. Este año, también estará presente, aunque al otro lado de la pantalla.
La era Björkman llega a su fin
Los ensayos celebrados esta semana se han permitido el lujo de reservarse un gran misterio, un secreto a voces, porque la prensa tiene acceso a las escenografías de todos los candidatos desde el jueves 4 de febrero. Gran avance el de los suecos tras haber creado el mejor centro de prensa online jamás visto en un show de estas características. Para que luego digan que un programa de televisión no vale nada y que a la prensa no la cuidan.
Todo tiene que salir perfecto. Los suecos salen en busca de la séptima victoria eurovisiva tras una racha de inmejorables clasificaciones en los últimos años. La última victoria, en 2015, con Måns Zelmerlöw. Tres años antes, Loreen con 'Euphoria' hizo lo propio y además consiguió posicionarse como número uno en las listas de éxitos de 18 países. Nada que una pequeña aspirante a convertirse en la magnífica, que en paz descanse, Marie Fredriksson, no pueda conseguir. Ah, y si pueden contar con la pintoresca Petra Mede o la dulce y divertida Sarah Dawn Finer al año siguiente en las labores de presentación, mejor que mejor.
De momento, no caerá esa breva, pues el anteriomente mencionado Björkman, celebra su retirada asumiendo el rol de maestro de ceremonias con la eurovisiva Lena Philipsson que, como bien ha confesado, "no tenía nada mejor que hacer". Cada semana, Christer estará acompañado de un artista, cómico o rostro televisivo para dar la bienvenida al resto de participantes que vayan sumándose a la batalla. Cuatro semifinales, una segunda oportunidad y una gran final, como si fuera poco. Pues no, nunca hay bastante. Ojito con el espectáculo, especialmente en la final, porque si hay alguien que aún tiene dudas acerca de si la majestuosidad del gigante Friends Arena estará presente o no el próximo 13 de marzo, que se vaya preparando. Desconocemos si a la séptima irá la vencida y si Irlanda quedará de segundona a partir del mes de mayo (a este paso, bastante más allá...).
Lo que sí podemos afirmar es que la pasarela que recrea la escenografía creada por Brättström dará música, voz y luz a la industria televisiva y musical más potente de Europa. El legado del infame Björkman está en buenas manos, comenzando por las cautelosas y extremas medidas de prevención ante la exposición a posibles contagios de COVID-19 dispuestas por todo el recinto del Annexet, que el mismísimo Paul Rey nos confirmó el pasado jueves; así como el impoluto trato y el cariño de sus productores al formato, que llevan formándose toda una vida en el ámbito audiovisual para ofrecer vanguardia y dinamismo en un certamen que está muy vivo y aún tiene un largo recorrido por delante. Ya podríamos aprender aquí.
Como ellos dicen, #IngetStopparMello (Nada para al Melodifestivalen).