Lydia y Timothy Ridgeway son dos mellizos que acaban de llegar a la vida, el 31 de octubre de 2022, pero en realidad fueron concebidos hace treinta años, en 1992 y sus padres no son sus progenitores. Ambos han nacido a partir de embriones congelados hace tres décadas en Tennessee, después de un largo proceso en el que Rachel y Philip Ridgeway han decidido finalmente adoptarlos.
Los embriones han permanecido congelados a una temperatura de -128ºC, almacenados en pequeños contenedores gracias al nitrógeno líquido en el interior de un centro de fertilidad en la Costa Oeste de Estados Unidos. Según explica el Centro Nacional de Donación de Embriones (NEDC), se trata del nacimiento de embriones congelados más longevo del que se tiene constancia hasta la fecha.
Los embriones proceden de una pareja casada anónima que utilizó la fecundación in vitro. El hombre tenía 50 años y la mujer donante de óvulos, 34 años. Después, se mantuvieron congelados en el centro de fertilidad hasta 2007, cuando fueron donados al NEDC de Knoxville, Tennessee para que alguien los pudiera usar en el futuro.
A principios de este año, los expertos de la clínica Southeat Family, socia del centro de donación de embriones, realizaron el descongelamiento y transfirieron los embriones hasta el útero de la madre. Desde entonces, Rachel vivió su embarazo hasta dar a luz a los mellizos. La pareja tiene otros cuatro hijos, con edades entre 1 y 8 años, pero Lydia y Timothy son los primeros que obtienen a través de métodos de reproducción asistida o donantes.
"Tenía cinco años cuando Dios dio vida a Lydia y Timothy, y él ha estado preservando esas vidas desde entonces", ha dicho Philip Ridgeway en declaraciones a la cadena CNN. "En cierto sentido, son nuestros hijos mayores y al mismo tiempo más pequeños", ha reflexionado. "Hay algo alucinante en eso", ha añadido. La madre es apenas unos tres años mayor que los mellizos.
"Nunca hemos tenido en mente un número determinado de hijos que nos gustaría tener", dijo Philip. "Siempre hemos pensado que tendremos tantos como Dios quiera darnos y... cuando escuchamos sobre la adopción de embriones, pensamos que es algo que nos gustaría hacer", reflexiona.
Un caso récord
Este caso representa el mayor tiempo en el que un embrión permanece en estado de congelación antes de su nacimiento. El anterior récord estaba ostentado por la pequeña Molly Gibson, que nació en 2020 de un embrión que había permanecido congelado durante casi 27 años. Ese título se lo arrebató a su hermana, Emma, que nació de la misma manera, pero a través de un embrión que estuvo congelado durante 24 años.
Los expertos aseguran que es posible que algún embrión congelado durante más tiempo haya podido nacer exitosamente. La cadena CNN reseñó que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la agencia pública de salud de Estados Unidos, realmente lleva datos de la tasa de éxito de nacimientos a partir de la tecnología reproductiva, pero que no rastrea la cantidad del tiempo que un embrión ha permanecido congelado.
