Viajar no solo se limita a alquilar una habitación de hotel en la playa o ir a hacer turismo a las grandes ciudades. Existen otras maneras mucho más sostenibles, solidarias y que nos empapan de diferentes culturas y estilos de vida. El viajar a cambio de hacer voluntariado está calando cada vez más en la sociedad, sobre todo en la joven. Es una manera estupenda de poder recorrer mundo mientras que se apoyan causas ecológicas, sociales o humanitarias.
Existen muchos tipos de voluntariado y a continuación diferenciaremos cada uno, cuáles son las mejores opciones y motivos para lanzarse a estas aventuras.
¿Qué tipos de voluntariado existen?
La confusión más habitual a la hora de viajar a cambio de voluntariado se centra en el tipo de actividad que se realiza en el país de destino. Así, se diferencia los voluntariados sociales de otro tipo de voluntariados más vinculados al turismo en los que se intercambia una labor por alojamiento o comida.
En este caso, el voluntario se debe de inscribir en la web del anfitrión u organización a cambio de una tasa para acceder a la base de datos y apuntarse a una actividad. Entre estas actividades, no obstante, también encontramos voluntariados más vinculados a lo que entendemos como una actividad solidaria como ofrecer clases de idiomas en escuelas sin ánimo de lucro.
Plataformas para voluntariado
Una vez establecidas las diferencias entre los tipos de voluntariado que existen, exponemos las mejores opciones dentro del segundo tipo de voluntariado (laboral). El primer paso a seguir es obligatoriamente darse de alta en una plataforma de voluntariado. Esta es la forma más segura de empezar con nuestra obra social, ya que habrá referencias concretas del anfitrión y el apoyo de una plataforma con experiencia. Aunque de nuevo, la mayoría piden esa tasa para poder ingresar.
- Worldpackers: tal vez sea la más conocida. En la página web encontrarás numerosas recomendaciones, también de críticos de viajes que reciben un pago por ello. Esta plataforma tiene numerosas opciones para todos los gustos y es una buena forma de empezar para estancias cortas de entre una semana y un mes.
- WWOOF: una organización más específica. Esta plataforma facilita intercambios basados en "la agricultura orgánica y la vida sostenible, ofreciendo a los voluntarios aprendizaje sobre alimentos y agricultura orgánica". El objetivo final para WWOOF, según sus propias palabras, es crear una red dentro del movimiento ecologista. Fundada en 1971 en Reino Unido ya está en más de 130 países, desde Camboya a Turquía, pasando por Albania o Uganda.
- HelpX: creada en 2001, tiene cierta similitud con Worldpackers ya que cuenta con una gran diversidad de opciones, aunque también incluye actividades sociales. El coste para ser miembro durante dos años es de 20 euros, lo que permite acceder a todos los anfitriones, así como las revisiones y opiniones de los mismos, algo que facilita mucho más la guía para acertar con tu elección.
- Workaway: lo que principalmente diferencia esta plataforma con otra es que sí puedes consultar las opciones disponibles (son aproximadamente 50.000), aunque para contactar con un anfitrión deberás pagar la tasa de membresía. Así mismo, en Workaway también puedes registrarte como pareja o, incluso, como familia y acceder a actividades en grupo.
- Volunteers Base: se trata de una alternativa sin fines de lucro en la que los voluntarios no deben pagar cuotas de inscripción. Es decir, se diferencia con todas las demás al ser una de las pocas en las que no se debe pagar esa tasa de entrada. Por el resto, el funcionamiento es similar, cuenta con opciones en ámbitos como la construcción, la enseñanza de idiomas, el trabajo comunitario, la limpieza de casas o el cuidado de animales.