Debemos entender que una vida en la que estás pasando por juicios debido a que te acusan de blanqueo de capitales, alzamiento de bienes y varios delitos fiscales, pues te estresa. Y si tu posición social y económica (la hayas alcanzado como la hayas alcanzado) te permite ir a relajarte a un barquito en alta mar en las Islas Baleares con tu novia y vuestros bañadores conjuntados en amarillo, pues te vas. Porque sí, porque ya tienes una edad y estos disgustos te pueden pasar factura.
Así hizo el ex vicepresidente del gobierno, ex presidente del Fondo Monetario Internacional y más "ex cosas", después de haber ido a declarar ante el juez de instrucción de Madrid el miércoles, puso rumbo a Mallorca a descansar con su pareja y darse un buen chapuzón. ¿Declarar? No, no ha querido declarar nada con respecto a las acusaciones arriba citadas, expuestas por la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF). Rodrigo Rato no dirá nada hasta que se emite un nuevo informe que está preparando la ONIF, así que por ahora, nos quedamos en stand by.
Pero sin falta de que actúe la justicia, el karma, materializado en las redes sociales, sí que está castigando a Rato. Tras mostrarse en los medios las fotografías de las vacaciones del político, que han sido tomadas en el momento exacto, no han parado de sucederse en Twitter los memes relativos a una exactamente: su salto al agua. Entre ellos tenemos incluso alguno relativo al busto de Juan Carlos I retirado del pleno de Barcelona. Eso sí, agradecemos que alguien se hubiera acordado de la instantánea del bañador pegado al culito de Rato.