Tras colgar esa llamada que llevábamos esperando unas semanas del reclutador de la empresa donde aspiramos a conseguir el nuevo puesto de trabajo llegan las dudas y, entre otras muchas, la pregunta del millón: ¿¡qué ropa me pongo para la entrevista?!
Puede parecer una pregunta tonta, teniendo en cuenta que nos contratarán o no por nuestras capacidades y conocimientos. Pero, por supuesto la primera impresión también juega un papel fundamental y aquí es donde entran en juego los colores.
Al elegir los colores de nuestra vestimenta, podemos expresar nuestro estado de ánimo, nuestra identidad y nuestras intenciones. Más allá de la estética, los colores transmiten emociones y personalidad, lo que influye en la forma en la que nos percibimos nosotros mismos y en cómo nos perciben los demás.
Así lo explica la psicóloga experta en colores Michelle Lewis, fundadora de The Color Cure en una entrevista para Business Insider:
El rosa es un color que transmite confort y suavidad. Proyecta una personalidad desenfadada y reconfortante. Quienes eligen vestir de rosa pueden estar mostrando su lado más afectuoso y empático, lo que puede influir positivamente en cómo son percibidos por los demás.
El color naranja suele transmitir una sensación de equilibrio interno y de ser una persona que está en calma consigo misma. Además, llevar prendas de este color puede hacer que uno parezca más accesible y sociable, lo que facilita la conexión con los demás.
Lewis recomienda el uso del amarillo si lo que se quiere proyectar es una imagen de vitalidad y entusiasmo: "Como el color que excita más los conos y bastones de nuestros ojos, es el color psicológico primario del sistema nervioso. Puede ayudarnos a sentirnos alegres, esperanzados e incluso ayudarnos a centrarnos más en nuestro futuro".
Azul y verde, la mejor opción
El azul es, según la psicóloga, "un color increíble que hace que la gente sienta más confianza contigo, por lo que es perfecto para usarlo en el trabajo". La relajación que puede llegar a provocar en la persona que tienes delante, puede ser clave para ese si que tanto esperas.
Algo parecido pasa también con el color verde. Es un color que se relaciona con la calma y el equilibrio, pero sobre todo con la esperanza y el crecimiento. Quien viste de verde puede proyectar optimismo y una actitud positiva hacia el futuro.
Si lo que quieres es transmitir tu capacidad de conexión con otras personas, la clave está en utilizar ropa de color morado. La propia psicóloga hace uso del mismo según sus necesidades: "Me encanta vestir con estos colores cuando conozco a gente nueva, ya que ayuda a formar una conexión rápida". El morado también se asocia con la creatividad y la espiritualidad.
Sea cual sea el color que lleves en tu ropa el día de la entrevista, y aunque la primera impresión es importante, lo que realmente determinará que ese trabajo sea tuyo, será cómo se desarrolle la entrevista; que tus respuestas sean coherentes, sinceras y que, finalmente, encajes en el puesto ofertado según tus respuestas.