Cuando vamos al supermercado y decidimos hacer la compra, siempre acudimos a la sección de lácteos con dudas. No sabemos qué tipo de leche es más sana, cuál tiene menos calorías o aportará los beneficios suficientes a nuestra dieta diaria. Lo mismo ocurre con los yogures, especialmente tras el movimiento #realfooder que se ha puesto de moda recientemente.
Los yogures son un buen alimento, de hecho, se recomienda su ingesta en toda dieta. Eso sí, hay demasiados tipos de yogures y ahí es cuando llegan las dudas. ¿Cuál es el mejor? ¿Los que tienen bídifus, trozos de fruta, los desnatados? ¿Quizá, los griegos? ¿Y los que tienen 0% de materia grasa? ¿Los normales? Bien, hay quienes se preocupan por muchos aspectos del efecto que realizan estos productos en nuestro organismo, pero según los expertos, el único yogur que es 100% saludable es el natural, aquel que no tenga más de tres ingredientes, es decir: leche, fermentos lácteos y leche en polvo o nata.
Según los científicos, las grasas saturadas de la leche con la que es fabricado no suponen un peligro para la salud. Por tanto, los expertos recomiendan que tomemos e incluyamos el yogur "de toda la vida" en nuestra rutina alimenticia. Y si está hecho con leche entera, mejor, ya que sus beneficios son mayores que los que tienen los desnatados. Cuantos menos ingredientes tenga y más sencillo haya sido su proceso de elaboración, mejor.
¿Deben ser un sustituto de la fruta?
Los yogures son buenos para el organismo, pero nunca debemos sustituirlos por fruta. El consumo de fruta tiene que ser una práctica constante a la que nunca debemos renunciar por la cantidad de nutrientes que aportan al proceso digestivo del cuerpo humano. Podemos seguir tomándolos de postre, pero no debemos dejar de tomar tres piezas de fruta al día.
En el supermercado nos lo ponen difícil. Cada vez son más las marcas que diversifican la oferta de yogures en los establecimientos que cuentan con productos de alimentación a la venta. Con bífidus; griegos azucarados o naturales; con chocolate, ya sea negro, con leche o blanco; de sabores, los cuales en muchas ocasiones son ofertados como 0% de materia grasa, con o sin trozos de fruta, sin embargo, cuando nos importa realmente aquello que estamos comiendo, no todos ellos son recomendables.
Pese a que nos preocupe incluirlos o no en nuestra dieta, por si resultan más o menos calóricos, este factor no debe ser el que más nos preocupe. Si estamos pensando en tomar un yogur griego, estos son también recomendables, aunque únicamente si son naturales y no poseen edulcorantes. La única diferencia entre el yogur natural y el griego atiende a la cantidad de grasas que conserva cada uno. El sabor agrio, sin ningún tipo de azúcares, es a lo que más nos cuesta acostumbrarnos, pero es también una señal de que lo estamos comiendo es totalmente saludable. La recomendación de los expertos, en caso de que lo encontremos demasiado fuerte e insípido para nuestro paladar, pasa por añadir trozos de fruta en casa y no comprar yogures que ya los contengan, pues solamente añaden azúcares extra que no son necesarios en una dieta saludable.