El confinamiento se ha mostrado eficaz para contener un brote de coronavirus y evitar la saturación del sistema sanitario, pero no es la única medida para detener los efectos del Covid-19.
Se trata de una de las conclusiones a las que ha llegado un equipo de científicos de la Universidad de Harvard (Estados Unidos). A través de simulaciones por ordenador y gracias a los datos de EE.UU. y otros coronavirus, el estudio señala que el Covid-19 será una enfermedad estacional que se endurecerá en los meses fríos y que la normalidad real no llegará hasta dentro de un año y medio.
El verdadero punto de inflexión será la llegada de tratamientos, pero sobre todo de la vacuna, que inmunizará a la población sin los devastadores efectos que ahora está provocando esta enfermedad.
"Hemos descubierto que un solo período de distanciamiento social es probablemente insuficiente para mantener la incidencia del SARS-CoV-2 dentro de los límites del sistema sanitario en Estados Unidos", ha asegurado Stephen Kissler, director de la investigación.
![La denominada como 'nueva normalidad' podría no desaparecer hasta el año 2022](https://www.losreplicantes.com/images/articulos/15000/15984/1.jpg)
Kissler considera que no se podrá hablar nunca de normalidad real hasta esa vacuna, puesto que lo contrario sería exponerse a un riesgo de consecuencias muy peligrosas: "Lo que parece ser necesario, en ausencia de tratamientos, es aplicar períodos intermitentes de distanciamiento social".
La cuestión de la inmunidad
La duda, ahora, se encuentra en el modelo a seguir hasta la llegada de la vacuna. El distanciamiento social permanente se ha evidenciado eficaz a la hora de evitar contagios, pero frena la inmunidad de grupo. Por otro lado, si se apuesta todo a esa inmunidad, los resultados serían catastróficos: en España, con un 5% de inmunizados, llevamos alrededor de 30.000 muertos, según los datos del Ministerio de Sanidad.
También importa el período de inmunización, que podría ser de un año y podría dejar nuevamente expuesta a la persona a la infección. "Incluso ante una aparente eliminación dle virus, las medidas contra el SARS-CoV-2 deberían mantenerse, puesto que es posible que vuelva a aparecer hasta tan tarde como 2024", señala el escrito.
Independientemente de los escenarios y de las vías en las que se actúe contra el coronavirus, los investigadores tienen claro que es altamente improbable que este patógeno vaya a desaparecer después de esta primera oleada. La vacuna, en este caso, será la única arma definitiva contra la pandemia.