La proliferación de clínicas de fertilidad ha crecido de manera exponencial en los últimos años. El problema paraconcebir un hijo se está convirtiendo en un hándicap de nuestra sociedad actual debido a un compendio de conflictos que atañen desde la crisis económica, la conciliación de la vida laboral y familiar o los hábitos alimenticios, entre otros.
Estos problemas suponen que, en la actualidad, gran parte de las parejas decidan retrasar el hecho de convertirse en padres. Sin embargo, esto provoca que unaumento en la dificultad de que la mujer se quede embarazada y, de ahí, la proliferación de las clínicas de fertilidad para probar otros métodos como la inseminación artificial o la fecundación in vitro. Por eso, el porcentaje de niños nacidos en un laboratorio ha crecido casi hasta el 10% en España -en la actualidad el tercer país del mundo-.
Más de 50 hijos
En Estados Unidos, en una clínica de fertilidad deIndiana, se ha desatado un gran escándalo debido al uso ilegal del espermade unmédicoen lostratamientos de fertilidad que realizaba en su clínica en los años 70 y 80, según informa el Daily Mail. Ahora, el Dr. Donald Cline se enfrenta a la denuncia de varios de sus hijos por esta estafa realizada a más de 50 mujeres; de hecho, se calcula que el doctor tiene unos 48 hijos, como mínimo.
Esto ha sido posible porque hay que recordar que en EEUU la ley sí permite conocer el donante del semen y, por lo tanto, descubrir quién es tu padre biológico. Algunos de esos hijos e hijas comenzaron a buscar a través de una prueba de ADN parientes cercanos, pero se llevaron dos sorpresas: la primera, una cantidad muy elevada de medios hermanos y, la segunda, Dr. Donald Cline como único padre. Algo que les hizo saltar las alarmas.
Cambio de ley
Entonces, varios de esos hijos del Donald Cline, decidieron unirse para pedir explicaciones a ese pariente que todos ellos tenían en común y, en ese momento, el doctor reconocióqueusó su semen sin el consentimiento de los pacientes durante dos décadas. Sin embargo, explica que dejó de usarlo cuando se popularizaron los bancos de esperma. Así, los hijos y sus familias decidieron cursar una denuncia que le llevó a la suspensión durante un año de su licencia en 2017. Una sentencia que no gustó a las familias.
Esta sentencia, nada favorable para esos hijos y madres, es resultado de una ley, en Indiana, que no prohíbe expresamente a un doctor inseminar a sus pacientes sin su consentimiento. Por eso, estas familias están decididos a promover una ley que proteja a las mujeres de este tipo de personas.