El nuevo Mr. Gay World es español y está acaparando todos los focos, también, fuera de nuestras fronteras. Se trata de Francisco José Alvarado, un médico de familia que trabaja en un centro de salud de Madrid realizando una sustitución y que, como tantos otros sanitarios, ha terminado infectado por el coronavirus.
Su paso por la Covid-19 empezó con tos seca que, posteriormente, se tornó en un fuerte cansancio y dolores musculares, entre otros síntomas. Poco después, hizo uso del único kit PCR destinado a los sanitarios en el centro de salud y dio positivo.
El médico ha ganado notoriedad relatando en su perfil de Instagram cómo ha vivido su período de confinamiento, 19 días de cuarentena sin salir de la habitación que tiene alquilada en un piso compartido.
Ahora, Francisco José Alvarado se ha convertido en Mr. Gay World. En la edición de 2019 quedó en el segundo puesto pero esta vez, ante la imposibilidad de celebrar el certamen, finalmente ha sido premiado en esta edición. Conoció la noticia poco más de un mes de su reincoporación al trabajo.
Pide combatir la homofobia, también en el ámbito sanitario
Francisco José Alvarado ha reclamado también combatir la homofobia, especialmente en el ámbito sanitario: "Hay que seguir trabajando contra ella en sanidad y en general. No es exclusivo del ámbito sanitario. Hace 30 años que la Organización Mundial de la Salud (OMS) descatalogó a la homosexualidad de las enfermedades mentales. Hoy, en 2020, se sigue hablando de terapias conversivas para curar la homosexualidad", relata en una entrevista con Redacción Médica.
Asegura que hay personas que han cuestionado su profesionalidad como sanitario por el simple hecho de haber sido premiado en este certamen: "Hay gente que piensa que no eres el modelo sanitario que destaca con cosas que tienen que ver con la profesión. Hay personas que cuestionan esto, que trabajes además en algo que se desmarca de la Medicina. Pero es que aquí también hay una gran labor comunitaria, de educación a la población", señala.
Francisco José, que conitnua ejerciendo la medicina en el centro de salud tras reincorporarse, reconoce que"hay profesionales sanitarios que no son capaces de apartar sus juicios morales y eso coacciona mucho" a los pacientes homosexuales, que van a consulta por cuestiones de salud sexual.
"La sexualidad y las drogas son un tabú social. Una minoría del colectivo consume drogas y hace prácticas sexuales de riesgo y ya se extrapolan a todos, cuando además no es algo exclusivo de los homosexuales", ha asegurado.