Si echamos la vista atrás, nos daremos cuenta que casi todos los exdirigentes condenados por su gestión al frente de las antiguas cajas de ahorroshan eludido la entrada a prisión. Y, los que sí entraron en la cárcel, han permanecido entre rejas durante poco tiempo y con ciertos privilegios.
En este caso, encontramos excepciones, como el caso del expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa o los exdirectivos de las cajas gallegas. Unos más que otros, claro. El boom de todos los casos que se han conocido hasta el momento comenzaron hace diez años con el respectivo inicio de la crisis. Desde entonces, todos ellos han pasado más tiempo en los banquillos de los juzgados que en el interior de una celda.
Tarjetas black
Sin embargo, al que quizás se le va a hacer más difícil evitar la entrada a la cárcel, es al expresidente de Caja Madrid y Bankia, Rodrigo Rato. El Tribunal Supremo confirmó a principios del mes de octubre la pena de cuatro años y medio por delito de apropiación indebida por el uso de las tarjetas black.
Aunque Rato puede recurrir ante el Tribunal Constitucional, el trámite no evitará que se haga efectiva la sentencia, ya que se trata de una condena de varios años por un único delito y, por tanto, no hay opción a suspenderla. El expresidente de Caja Madrid no ingresará automáticamente en prisión, debido a que el alto tribunal debe remitir la orden de ejecución de sentencia y a partir de ese momento tendrá entre 5 y 10 días para ingresar voluntariamente.
Del mismo modo, Rato no es el primer responsable de un banco que puede terminar entre rejas. Por ejemplo, su predecesor en Caja Madrid, Miguel Blesa, ingresó en prisión en mayo de 2013 por la supuesta comisión de varios delitos en la compra del City National Bank de Florida. Sin embargo, su encarcelamiento duró menos de un día, ya que abonó su fianza correspondiente.
La excepción gallega
En enero de 2017 cinco exdirectivos de Novacaixagalicia Banco fueron condenados a dos años de prisión por prejubilaciones de alrededor de 14 millones de euros y a excepción de todos los demás, ingresaron efectivamente en prisión. A pesar de todo, contaron con ciertos beneficios a su favor. Uno de ellos, Julio Fernández Gayoso, fue puesto en libertad por su avanzada edad, 85 años, y el resto consiguieron disfrutar del régimen de prisión atenuada, con salidas diarias para realizar tareas de trabajo social.
Por otro lado, encontramos a los cuatro ex jefes de Caixa Penedès acusados de engordar sus pensiones millonarias de manera irregular. Todos ellos ingresaron en la cárcel por condenas de entre uno y dos años de prisión, ya que reconocieron los hechos y devolvieron los 28,6 millones que habían cobrado.
