La muerte de Silvio Berlusconi, fallecido este lunes 12 de junio a los 86 años a consecuencias de un empeoramiento crítico de su estado de salud, muy delicada por la leucemia mielomonocítica que padecía desde hace tiempo, marca el fin de una época en la historia de Italia.
Cuatro veces primer ministro del país, dueño de clubes de fútbol de la talla del AC Milan o el AC Monza, empresario ampliamente pegado al mundo de la comunicación y uno de los padres del populismo europeo.
Sus salidas de tono y sus diferentes problemas con la Justicia marcaron una carrera política que impuso una forma de dirigir las instituciones regida por el capricho y el beneficio personal durante más de cinco décadas. Para salir indemne, aunque no siempre lo consiguió, creó leyes que abreviaron la prescripción de los delitos y alargaron los juicios. También usó a terceros como barrera de protección o recurrió a la inmunidad intrínseca del cargo. Estos son algunos de los mayores escándalos que ha dejado:
Manos Limpias
En 1994, cuando Berlusconi acababa de entrar en política y ganar las elecciones con su Forza Italia, la acusación del grupo Manos Limpias abrió una investigación por soborno acusando al entonces primer ministro de haber pagado años antes sobornos a agentes de la Guardia di Finanza que habían realizado auditorías fiscales a cuatro empresas de su grupo empresarial.
Fue condenado en 1998 en primera instancia. Prescrito en apelación en 2000, Berlusconi fue absuelto definitivamente en el Tribunal de Casación al año siguiente.
All Iberian
En 1996, Berlusconi fue acusado de haber financiado ilegalmente el PSI de Bettino Craxi entre 1991 y 1992 con 21.000 millones de liras a través de la sociedad off-shore All Iberian. Tras ser condenado en primera instancia a dos años y cuatro meses, fue absuelto en apelación (en 1999) y en el Tribunal de Casación (2000) por prescripción.
Caso Mediaset
El caso Mediaset comenzó en 1992, cuando se descubrió que el grupo audiovisual fundado por Berlusconi había creado una red de empresas off-shore en paraísos fiscales para evadir impuestos. El grupo había utilizado estas empresas para comprar derechos cinematográficos y de televisión estadounidenses a precios inflados y luego registrar estas compras como gastos deducibles de impuestos.
En 2006, Berlusconi fue acusado formalmente de corrupción, fraude fiscal y falsificación de cuentas. Condenado a cuatro años de cárcel, vio rebajada la pena a un año por la ley de indulto. En 2013, el Tribunal Supremo confirmó su primera y única condena definitiva, que cumplió con trabajos para la comunidad en un geriátrico.
Sobornos al abogado David Mills
Berlusconi se volvió a sentar en el banquillo de la Justicia debido a que, presuntamente, sobornó a su abogado David Mills con 600.000 euros para que diera un testimonio falso en dos juicios contra él, evitando así que revelara información comprometedora sobre sus negocios.
La trama tuvo especial relevancia porque, en ese momento, el magnate era el primer ministro del país. Finalmente, David Mills fue sentenciado a cuatro años de cárcel y Berlusconi fue absuelto en 2010 por prescripción.
Caso Unipol
En 2012, una jueza lo envió a juicio por violación del secreto de sumario en el caso Unipol, que investigó la supuesta violación del secreto profesional en relación a la publicación de una escucha telefónica de procedencia ilícita en el diario Il Giornale, propiedad de su hermano Paolo. Condenado a un año de cárcel, el Supremo confirmó en 2015 la prescripción del caso.
Caso Ruby
A parte del dinero, la gran obsesión de Berlusconi fueron las mujeres. El magnate organizaba orgías en sus mansiones siendo la villa de Arcore (Milán) el escenario del caso Ruby, protagonizado por el ex primer ministro italiano y por una joven menor de edad con la que mantuvo relaciones sexuales.
Una joven marroquí llamada Karima El Mahroug fue arrestada cuando tenía 17 años por un robo menor y se descubrió que había asistido a varias fiestas en las residencias privadas de Berlusconi en Milán y Roma. El magnate, supuestamente le había entregado dinero y regalos a cambio de sexo. Fue ella misma quien lo denunció por pagarle por mantener relaciones sexuales.
Tras ser acusado por la Fiscalía de prostitución de menores y abuso de poder, en 2013 fue condenado a siete años de cárcel e inhabilitado para cargo público. Fue absuelto, ya que el Tribunal Supremo consideró que no tenía por qué saber su edad, aunque certificó que en sus mansiones se ejercía la prostitución.
Arrogante, machista y homófobo
Más allá de sus problemas con la justicia, a la que acusaba de "comunista", Silvio Berlusconi también ha dejado un gran número de salidas de tono impropias de su cargo haciendo alarde de su arrogancia así como de su carácter machista y homófobo.
Durante un debate con la oposición, uno de sus rivales dijo que ya era hora de que Berlusconi se fuera a casa. "¿A cuál de todas? Tengo 20", respondió el magnate en tono burlón.
Sus comentarios denigrantes hacia las mujeres también eran muy comunes. "Un sondeo dice que el 33% de las jóvenes italianas sí se acostarían conmigo. El resto de las chicas contesta: ¿Otra vez?", soltó en una ocasión ante la audiencia, que estalló en risas.
Para completar el pack, la homofobia era otra de sus "cualidades". En respuesta a las acusaciones de haberse acostado con la menor de edad Karim El Mahroug, Berlusconi afirmó: "Prefiero que me gusten las mujeres guapas antes que ser gay".