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Las 16 mayores aberraciones de la tortilla española

Estas versiones de la tortilla española harán del concebollismo y sincebollismo una riña de guardería.

Dicen que sobre gustos no hay nada escrito, pero hay cosas que consiguen poner a toda la humanidad en pie y de acuerdo. En España, concretamente, ocurre con la comida, y es que somos muy tiquismiquis con las recetas de toda la vida, y más si son extranjeros los que meten sus manazas en ellas.

Después de las 17 vejaciones más grandes de la paella valenciana llegan las 16 mayores aberraciones de la tortilla española, que conseguirán poner de acuerdo hasta a los concebollistas y sincebollistas.

1 La tortilla de bar

La huevina como atentado terrorista contra la tortilla española
"La huevina como atentado terrorista contra la tortilla española"

La primera en la frente: la que más consumimos y, posiblemente, una de las mayores aberraciones de la tortilla española. La tortilla se bar se debe hacer obligatoriamente con huevina, una mezcla de huevo pasteurizado con la que no hay peligro de provocar intoxicaciones, algo relativamente fácil con el huevo tradicional. Y es esta huevina la que da esa textura artificial, de mazacote que se deshace sin apenas sabor. Su complemento ideal es el pan rancio con textura plasticosa.

2 La tortilla hormigonera

Finita, ¿no?
"Finita, ¿no?"

En Andalucía tienden a hacer las tortillas de cuatro o cinco dedos de grosor. Vamos, una buena tortilla hormigonera, que digo yo, ya que sería el recipiente ideal para mezclar la docena de huevos y el centenar de patatas con la que se hace. A veces se le añade levadura, para que suba más. La receta tiene su miga ya que, además, se suele servir muy, muy cuajada, algo difícil dado el tamaño del bicho. Lo bueno que tiene es que con una de estas tienes para comer una semana entera... o dos.

3 La tortilla sopera

La tortilla de Betanzos (Foto: El País)
"La tortilla de Betanzos (Foto: El País)"

Del sur nos vamos al norte; y no, no es tortilla en salsa. El caldo que veis en la foto es el huevo de esta tortilla poco cuajada, muy típica en Betanzos (Galicia). Cuando se parte, se desparrama sobre el plato. Con todos nuestros respetos, quizás tanto huevo crudo no es del gusto de todos, aunque oye, todo es muy personal. 

4 La tortilla de nouvelle cuisine que te hará trabajar para comerla

Tortilla de patata cúbica
"Tortilla de patata cúbica"

¿Sabes esas veces que hay una fiesta y cortas la tortilla 'en cuadraditos'? El cocinero Koldo Rodero le da la vuelta al concepto y aquí el huevo no envuelve a la patata, sino al revés. En esta tortilla cúbica la patata contiene huevo trufado y, cuando pinchas el cubo, la yema chorrea al exterior y cae sobre una natilla de cebollas. Básicamente, en vez de cocinártelo todo junto, aquí quieren que te lo juntes tú. ¿Hasta dónde puede llegar la innovación en un plato tan tradicional?

5 Tortilla de patata... y de lo que caiga

Spanish omelette de lo que caiga
"Spanish omelette de lo que caiga"

En esto ingleses y alemanes son expertos en reinventar la receta tradicional española. Fuera de nuestras fronteras una tortilla con patata y, como mucho, cebolla, suena demasiado sosa. Por ello, si buscas en Google recetas de 'Spanish omelette' encontrarás fácilmente páginas en las que citan entre sus ingredientes guisantes, cubos de jamón, champiñones, chorizo (¡que para algo es española!), leche y hasta queso cheddar, por nombrar algunas aberraciones. Y sí, ¡lo engoblan todo bajo el nombre de 'tortilla española'! Alguien debería explicarles la diferencia entre una buena tortilla y un revuelto de sobras de la nevera.

6 La reinvención del bocadillo de tortilla

Empanada de tortilla (Foto: La cocina de Alimerka)
"Empanada de tortilla (Foto: La cocina de Alimerka)"

Si el bocata de tortilla está rico, ¿por qué no en versión empanada? Tan fácil como meter una tortilla dentro de dos planchas de hojaldre y al horno: ya tienes una empanada de tortilla. Si a veces una empanada se hace un poco densa, no quiero ni imaginar la bola que se te tiene que hacer en la boca si encima le pones un mazacote de tortilla de relleno. Calculo que una humilde porción de esta empanada debe pesar entre cinco y seis kilos, más o menos. Menos mal que es empanada de tortilla, y no tortilla empanada... de momento.

7 ¿No tienes tiempo para cortar las patatas? Pues a mogollón

Tortilla con patatas enteras
"Tortilla con patatas enteras"

La buena tortilla española tiene las patatas cortadas muy finas y con un grosor similar, para que se frían, se ablanden y formen una mezcla con el huevo. No valen las rodajas gordas de patata que seguramente no acaben por cocerse del todo y tampoco vale que estén cortadas de forma desigual, porque el resultado será una desagradable mezcla de tortilla con tropezones crudos y duros. La superficie de la tortilla debe ser uniforme y compacta, que no parezca que tiene cráteres lunares. ¡Ah! Y aprovecho para manifestarme en contra de la gente que hace tortillas con las patatas cortadas en dados. ¡Mal!

8 ¿Tampoco tienes tiempo para pelarlas? ¡Déjalas enteras!

La tortilla de patatas enteras
"La tortilla de patatas enteras"

La digievolución de la anterior propuesta es la 'super speedy Spanish omelette recipe', receta de una famosa cadena de supermercados británica, que sugiere utilizar sus patatas para microondas para tardar mucho menos en hacer esta 'delicia'. Las patatas están enteras, con su redondez y su piel y todo. La tortilla se completa con pimiento y los huevos se añaden encima de estos y las patatas, vamos, que no se mezclan en un bol aparte y, con ello, se infringe la norma número 1 en la elaboración tortellil. Potenciemos ya la 'marca tortilla española', por favor. No aguantaremos más aberraciones como esta.

9 A falta de patatas, buenos son espaguetis

Tortilla de espaguetis (Foto: Alacarta)
"Tortilla de espaguetis (Foto: Alacarta)"

No paniques si te apetece una tortilla y no tienes patatas en la despensa: echa mano del plato de espaguetis de ayer. ¡Y encima se hace más rápido! En la tortilla de espaguetis la pasta se fríe como si fueran las patatas y, después, se le añade el huevo para que queden bien compactos. Además, se pueden hacer variantes de sabores en función de la salsa que tuviera el plato de pasta: carbonara, boloñesa, pesto...

10 Y a falta de patatas y espaguetis, buenas son patatas chip

Tortilla de patatas chip (Foto: Mamala)
"Tortilla de patatas chip (Foto: Mamala)"

Cuidado con reírse de esta versión, que hay quien dice que tiene su origen en el prestigioso restaurante El Bulli y que su principal embajador fue nada más y nada menos que Ferrán Adriá. Sin duda, la tortilla de chips es una de las formas más rápidas de hacer la receta, pues basta con sumergir las patatas de bolsa en huevo para que se rehidraten y, después, freír la mezcla directamente en la sartén. ¡Y ya está!

11 La tortipizza, dorada al horno

La tortipizza (Foto: Gallina Blanca)
"La tortipizza (Foto: Gallina Blanca)"

No, no podemos echarle la culpa a los italianos de esta atrocidad, porque se está extendiendo a un ritmo temerario en nuestro país. La tortipizza se hace con la mitad de ingredientes que una tortilla normal (o no, depende del saque de cada uno) para que quede más fina y haga las veces de base. Después, se cubre con toppings como jamón, anchoas, queso o lo que se te ocurra, y al horno, que quede bien doradita. Habrase visto.

12 ¿Por qué no un flan de tortilla?

Flan de tortilla
"Flan de tortilla"

El chef Mario Sandoval presenta una tortilla de patatas en forma de flan. Sí, sí, un flan de tortilla. Para ello, deshace las patatas y la cebolla en una especie de puré al que añade leche y una gelatina natural de un alga, agar-agar. Después, se rellenan unos moldes y a la nevera. Pero, ¿cómo va a ser una tortilla, si no tiene huevo? Paciencia, que sí lo tiene. Una vez sacado de la nevera, se coloca en la superficie la yema de un huevo de codorniz, se pone cebolla frita y sal, y al horno. ¡Flan y tortilla, doble homicidio por el precio de uno!

13 El ciclo de reciclaje se completa con la tortilla de migas

Tortilla de migas (Foto: Falsarius Chef)
"Tortilla de migas (Foto: Falsarius Chef)"

Si las migas son ya de por sí un plato de reciclaje (de estas veces que te queda un mendrugo de pan duro y cuatro cosas rancias en la nevera y no sabes qué hacer con todo ello), la tortilla de migas es ya el súmmum de la cocina sostenible. No es que se utilicen las sobras de pan, sino las sobras de un plato de sobras. Las migas sustituyen aquí a la patata y se fríen con el huevo alrededor de la misma manera que en la tortilla tradicional. ¿Qué será lo próximo, la tortilla de ropa vieja?

14 La lasaña tortillera, ¡solo con una cucharada de aceite!

La lasaña tortillera
"La lasaña tortillera"

Otra gran hazaña de nuestros adorados guiris. En este caso encontramos la receta en una página australiana, donde conciben la 'Spanish omelette' como una especie de lasaña que se dora en el horno... ¡y apenas gasta aceite! Según los pasos, se pone una cucharada de aceite de oliva sobre la que se fríe una capa de patata, otra de chorizo y cebolla encima, otra de patata y otra de chorizo y cebolla. Finalmente, se añade el huevo mezclado con AGUA, se fríe todo en la sartén y se mete al horno para que se dore. Pero-qué-narices-es-esto.

15 Para el postre, tortilla

Tortilla de chocolate (Foto: Con sartenes y a lo loco)
"Tortilla de chocolate (Foto: Con sartenes y a lo loco)"

Cambia la sal por el azúcar, la pimienta por cacao en polvo, las patatas por rodajas de plátano... y tendrás una tortilla de chocolate. Por el nombre no suena muy atractiva, aunque bien pensado es una especie de banana split frito. Quizás en este caso no cabe duda de que es mejor dejar de lado la disputa de 'con cebolla' o 'sin cebolla' y ponerle al lado una buena bola de helado.

16 ¿Y de beber? Tortilla también

Cóctel de tortilla
"Cóctel de tortilla"

El mismísimo Ferran Adriá es el inventor de esta tortilla deconstruida en forma líquida, para que ni en la bebida renuncies al plato español por excelencia. El cóctel de tortilla tiene tres capas: una base de cebolla frita, una intermedia con yema batida (que se toma cruda) y una superficie de espuma de patata o puré de patata solo al alcance de los más mañosos. Para comerla, una vez más, hay que coger parte de las tres capas y mezclarlas en la boca.

Vale que te ahorras una fritura aparatosa, pero yo casi que me quedo con mi tortilla de toda la vida, con las patatas cortadas en rodajas, redondita, gordita y poco cuajada. Con cebolla, eso sí. Y acompañada por un poco de queso al lado, manías que tiene uno. Aunque ahora, después de haber visto todas estas extrañas recetas, no resultan tan raras.

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