La picaresca española es todo un arte y conocida en el mundo entero. Quien más y quien menos, seguro que más de uno se ha hecho el despistado para no pagar algo. Ahorrarse unos eurillos nunca está de más, que si nos pillan, siempre podremos echarle la culpa a la maldita crisis. Una de las prácticas más extendidas es el conocido como 'sinpa' o lo que es lo mismo, irse de pagar de un sitio después de haber consumido. Y es que si Urdangarín se ríe del santo séptimo mandamiento, la plebe no iba a ser menos.
Generalmente, el 'sinpa' suele ser una cosa discreta, una fechoría realizada de manera individual o en pequeños grupos. Sin embargo, hay quien piensa a lo grande y ha hecho de este pequeño hurto todo un récord. El pasado lunes 27 de febrero, una pequeña localidad del bierzo leonés, Bembibre, celebraba un bautizo con 120 personas en el Hotel El Carmen. A pesar de que aseguraron ser de un pueblo cercano, San Miguel de Dueños, el grupo tenía acento de Europa del este, según han relatado los encargados del local a InfoBierzo.
Como es habitual en este tipo de celebraciones, la cena y el servicio fueron reservados con anterioridad, por lo que el restaurante incrementó su plantilla de camareros para el banquete. Además de la cena, se incluían 30 botellas de whiskey, vino, agua y refrescos. En total, la cuenta ascendía a más de 2.000 euros.
Tras tocar una pequeña orquesta, los camareros procedieron a prepararse para servir la tarta, momento en el que los 120 invitados cogieron sus pertenencias para salir del establecimiento cual estampida de antílopes. Los empleados se quedaron anonadados, pero consiguieron alcanzar a los fugitivos en el aparcamiento, aunque no pudieron detenerlos. Tal era la prisa de uno de los invitados que casi atropelló al dueño del local.
El suceso ya está en manos de la Guardia Civil, que ya ha abierto una investigación gracias a los datos aportados por los camareros, que tuvieron tiempo de apuntar las matrículas así como el nombre del padrino.