Juntos hasta la muerte. Así se podría titular la historia de esta dueña y su pequeña mascota. Un relato que lejos de ser bonito, deja un trasfondo triste por cómo se han producido los acontecimientos. Emma, como se llama la perrita protagonista de la historia, era todo para su dueña que tristemente murió; sin embargo, su destino irremediablemente estaba ligado al de ella, como relatan en la CCN.
La perrita, de raza Shih Tzu, gozaba de una buena salud cuando fue trasladada a un refugio de animales del Condado de Chesterfield en Virginia, Estados Unidos, cuando su dueña falleció. Sin embargo, el problema surgió cuando en las últimas voluntades de la misma expresabasu deseo de que laenterraran junto a su mascota. Esto provocó un verdadero quebradero de cabeza a las autoridades ya que sentían que estaban matando a un animal sano.
Las semanas siguientes a la lectura del testamento, los directores del refugio de animales mantuvieron sendas comunicaciones con el albacea de la mujer fallecida y dueña de Emma para evitar la muerte del animal, ya que no había ningún motivo para sacrificarla, solo las últimas voluntades de su dueña. De hecho, los responsables de la Oficina de Animales de Chesterfield, declararon a los medios locales, que trasladaron varias veces que hubiera sido muy fácil encontrarle "un nuevo hogar" a la perrita.
Sacrificada e incinerada
No pudieron pararlo. Así, el 22 de marzo, el albacea recogió a Emma del refugio de animales del Condado de Chesterfield para llevarla al veterinario local. Este le practicó la eutanasia, incineró sus restos y fueron enterrados junto a su dueña. Cumpliendo así, los últimos deseos.
En el caso del Estado de Virginia y, siempre dentro de una zona regulada dentro del cementerio, está permitidoque lasmascotas sean enterradas junto a sus dueños. En cuanto a la eutanasia en los animales es legal, mientras lo practiquen veterinarios con licencias, otra cosa que los profesionales se nieguen a practicarla si el animal está en perfectas condiciones.