Hay muchos calificativos con los que definir esta historia que tiene como protagonistas a un hombre, su mujer y el amante de la misma, y, desde luego, entre ellos se encuentran turbulenta y espeluznante. Un relato digno de una película de terror que conlleva un asesinato a sangre fría y un descuartizamiento del cuerpo de la víctima, según publicó el digital estadounidense The Daily Beas.
La historia se contextualiza el sábado 26 de septiembre en el estado de New Hampshire, Estado Unidos, cuando la policía ordenó arrestar al matrimonio Barron acusados de la muerte de Jonathan Amerault. Armando y Britany, de 30 y 31 años respectivamente, asesinaron al hombre de 25 años en la localidad de Jeffrey, según fuentes locales.
Las autoridades de Conservación de la Vida Silvestre encontraron a Britany en el campamento junto al cuerpo sin vida y decapitado de Jonathan. La mujer confesó a los agentes que su marido la obligó a deshacerse de los restos de Amerault en las inmediaciones donde fue detenida. "Estoy en un gran problema", exclamó a los oficiales que llegaron a la zona.
Asesinado y decapitado
El detonante fue cuando Armando descubrió los mensajes calientes de Britany con su amante, y, tras una gran discusión, el marido golpeo a la mujer hasta dejarla inconsciente. A continuación, él se hizo pasar por ella y escribió, a través del móvil de su esposa, unos mensajes a Jonathan, el amante, para quedar con él esa misma noche en un parque.
Armando, acompañado de su mujer, llegó al lugar donde había con el amante de Britany. Allí, tras una agresión brutal a Jonathan, ordenó a su pareja matarlo. Tras la negativa de Britany, este no dudo en meterle tres tiros y en acabar él mismo con la vida del amante de su esposa. Instantes después, él y su mujer, transportaron el cadáver sin vida a un campamento situado a 360 km del lugar de los hechos. Allí, Armando obligó a su mujer a cortar y enterrar la cabeza a Jonathan, para dejarla abandonada en ese lugar.
La policía arrestó a Armando cuando intentaba fugarse con su hija de tan solo nueve años. Él está acusado de homicidio gravado; mientras, Britany, está en custodia provisional acusada de la manipulación de pruebas. Ambos se encuentran detenidos a la espera de la vista ante un tribunal.