Si algo necesita el mundo en estos momentos son mascarillas. La crisis sanitaria del coronavirus ha provocado que este producto se convierta en uno de los más demandados en todos los países provocando una gran escasez en muchos de ellos.
En España, el uso de mascarillas ha sido algo verdaderamente novedoso, pero en otros países como Japón, su uso ya estaba extendido antes del arranque de la pandemia. Era muy común ver a japoneses por las calles luciendo mascarillas para prevenir virus o simplemente para protegerse frente a la contamitación. Tanto es así, que en el país asiático incluso hay una industria en torno a las mascarillas convertido en un elemento más de la moda.
Pero debido al COVID-19, muchas empresas textiles se han lanzado a la fabricación de mascarillas para colaborar ante la crisis. Es el caso de Atsumi Fashion, una marca de ropa interior femenina en Japón que se ha unido al a causa para paliar el desabastecimiento.
Salto a occidente
Las mascarillas de esta marca, no obstante, tienen una curiosa peculiaridad. Dado que la empresa está especializada en lencería, han creado mascarillas que parecen la copa de un sujetador de encaje. Todo comenzó como una broma, según cuenta el portal SoraNews24, pero subestimaron a los japoneses y en pocos minutos después de lanzarlas, las 300 mascarillas que sacaron se agotaron.
La primera tirada fue muy pequeña pues no esperaban el rotundo éxito obtenido. Solo ofrecieron 50 unidades de cada color, blanco, rosa, lima, azul celeste, negro; por lo que se agotaron enseguida. Por suerte, ya se está preparando un lote nuevo y, aunque de momento solo se venden en Japón, no tardarán en llegar a occidente.