Un huevo sin sal. Un chocolate 'light'. O Pedro Sánchez un político sin carisma. Es lo que se cuece entre las nuevas tendencias sexuales de los últimos tiempos. Por increíble que parezca, existen personas que "disfrutan" del sexo sin, en realidad, llegar a tener sexo. En eso consiste el 'marinating': el hombre introduce su pene en la vagina de la mujer y no hace absolutamente nada más. Salvo quizá debatir sobre la DUI o el 155.
Sí, exactamente es lo que la nueva moda sexual permite a los amantes: aprovechar para limar asperezas, repasar la lista de la compra, debatir sobre la idoneidad de una ruptura de Cataluña con España o recordar esos momentos en los que todavía la pareja mantenía la suficiente chispa del amor como para echar un buen polvazo sin parecer los famosos muñecos de plástico Barbie y Ken.
Una moda para vagos...
Así llaman a todo lo absurdo: moda. O moda pasajera. O moda que se convierte en todo un fenómeno de masas tras la viralización de alguna historia, alguna imagen o algún vídeo. Y esta es para aquellos amantes de la vagancia -extrema, además-. De ver la vida pasar. De ponerse tocho a base de tarrinas de helados sin mover un músculo. Si, por el contrario, te apasiona el deporte, sudar a chorros y quemar todas las calorías que has consumido durante el día, este no es tu fetiche.
En las últimas décadas, con la popularización de Internet, los smartphones y el establecimiento en definitiva del Estado del Bienestar, los ciudadanos y las ciudadanas se han encasillado en un sedentarismo bastante inexplicable. O no.
Existe la tendencia a denominar a cada generación de humanos de una manera determinada. Los Baby Boomers; Generación X; Millennials o Generación Z. Son los términos en los que se divide la sociedad desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad. Sin embargo, a casi todas se las puede encasillar dentro de una práctica que comienza a ser generalizada y habitual: el "nesting".
... y para católicos
Esta práctica consiste en permanecer en casa durante todo el fin de semana para recuperar energías, rebajar la ansiedad y conseguir una felicidad y paz interior plenas. Dentro de este concepto se incluye el "marinating": follar sin follar. Una especie de polvo interestelar que es utilizado por los más católicos para mantenerse fiel a sus creencias y no practicar sexo antes del matrimonio.
La teoría del fundamentalismo religioso es la siguiente: si no se produce ningún movimiento dentro de la vagina de la mujer, no hay sexo. Por ende, estarán libre de pecados y San Pedro les otorgará la inmunidad celestial cuando toquen las puertas del ansiado cielo. Y, de paso, se evitan un 'embarazoso' susto.