Versionar un tema mítico siempre supone un riesgo, pero hay quien está dispuesto a asumirlo para hacer suya esa canción. Esto precisamente es lo que ha hecho Marina Carmona con 'La historia de un amor'. "Intenté abrazar la fusión del flamenco que siempre hago yo", explica la joven cantante, que también ha apostado por incluir el francés. "Esa sensibilidad de terciopelo que tiene el idioma con la fuerza que tiene el flamenco me parece algo explosivo", apunta.
Para grabar 'La historia de un amor', Carmona ha tenido la oportunidad de hacerlo en la biblioteca del Ateneo de Madrid con motivo de su bicentenario. "He sido la primera mujer y primera mujer gitana en cantar en la biblioteca del Ateneo", comparte orgullosa, aunque también reconociendo las complicaciones a las que tuvo que hacer frente: "Había que respetar el espacio. Todo el plano secuencia fue complicadísimo porque no se podía tocar ni mover nada, no nos dejaron meter una máquina de humo... Así que nos tuvimos que adaptar".
El peso de la dinastía
La joven, hija de Antonio Carmona, recuerda sus años en Miami (Estados Unidos), hasta donde se fue para formarse. "Empecé a estudiar clásico, de ahí pasé al teatro musical y empecé a moverme por estilos super diferentes y a sentir lo que es el escenario", asegura. Esto también le sirvió para quitarse "el peso de la dinastía". "Al final soy un personaje que tiene que demostrar el doble porque mi dinastía, Los Habichuela, ha dejado el listón muy alto", expone.
Sin embargo, y pese hay quien que piensa "que va a ser llegar y besar el santo", Marina Carmona es contundente: "Todo lo que he conseguido no me lo han regalado". En cualquier caso, está muy agradecida de haber compartido escenarios y música con su padre: "Esas son memorias que voy a llevar conmigo toda mi vida".
La universalidad del flamenco
Respecto al debate sobre la pureza del flamenco y cómo lo fusionan actualmente artistas que no vienen de él, como Rosalía o C. Tangana, la cantante valora que "el flamenco es del mundo y cuanto más lo hagamos música del mundo, mejor". "Que tengamos altavoces como C. Tangana o Rosalía que lleven el flamenco más allá de nuestras fronteras, me parece maravilloso y nos abre las puertas a los flamencos", continúa. "No tenemos que vivir con el miedo de que el flamenco se vaya a perder, aunque lo fusionen con otra cosa", zanja.
Marina Carmona es consciente de que "en la industria es complicado ser diferente". "Ahora hay un mejunje con tanto talento y tantos buenos artistas, tanta gente con cosas que contar... Es complicado hacerte un hueco y que la gente compre tu música, compre entradas", reflexiona.
Como adelanto de su álbum debut, Carmona avanza que es "un disco muy personal". "Encontrar tu sonido no es fácil. Hoy parece que todo vale, pero para mí no. Por eso me he puesto un toque más de exigencia para yo estar orgullosa y defenderlo como lo quiero defender", cuenta. "Colaboraciones seguramente haya, con alguien más actual y con alguien de siempre. Yo siempre he sido un alma vieja, pero poco a poco me estoy actualizando y me está gustando", explica.