Las mujeres que desean ser madres junto con un hombre se enfrentan a niveles de estrés mucho mayores de lo que creían. Y no porque tengan que cuidar a los bebés las 24 horas del día junto con su pareja, sino porque es la propia pareja la que irrita hasta niveles insospechados. Y no lo decimos por decir, sino que así lo afirman varios estudios: uno estadounidense y otro italiano.
Y es que las responsabilidades y preocupaciones a las que se enfrenta todo el mundo cuando es padre o madre son bastante pesadas: cambiar pañales, darles de comer, enseñarles a ser buenas personas, que no corran peligros innecesarios o que no se pongan malos. La vida cambia se quiera o no. Quienes suelen llevar más peso de todo esto son las mujeres, aunque cada vez más parejas se reparten responsabilidades, siendo ellas las que se cargan con mayor estrés.
Así que si eres de los que piensan que tener un hijo es algo sin más y que todo seguirá como antes, deberías planteártelo, por aquello de que la otra persona no tiene por qué aguantar dos cargas, una que desea y otra que no.
Madres estresadas
El estudio italiano reveló que los padres estresan a las madres más que los hijos porque las madres hacen más cosas y pasan más tiempo con los críos que ellos y como consecuencia la relación de pareja se merma. Por lo tanto, lidiar con la mala situación de pareja les supone mucho más quebraderos de cabeza que cuidar de los hijos e hijas. Mientras que el estudio estadounidense, que fue realizado a más de 7 mil madres, concluyó que el 46% de estas sufrían estrés debido a sus parejas.
De lo que se quejaban estas madres es de que los padres son más críos que los propios pequeños de cuatro o cinco años: "un niño de cuatro años va a comportarse como un niño de cuatro años, pero un hombre de treinta y cinco comportándose com un niño de cuatro años es muy estresante, se supone que es más listo que todo eso". Lo que las madres no entienden es cómo una persona adulta no entienda que tienen que estar al mismo nivel para poder criar a alguien.