Los gobiernos de José María Aznar y Mariano Rajoy (PP) vendieron todo tipo de armamento militar a la administración venezolana bajo los mandatos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
Uno de esos casos se produjo en 2014, cuando el entonces titular de Defensa, Pedro Morenés, cerró una transacción con Caracas por un valor de casi 10,8 millones de euros. Entre los equipos enviados a la administración de Maduro, figuraban vehículos blindados, buques de guerra o armas de calibre igual o superior a 20 milímetros, entre otros.
El entonces secretario de Estado de Comercio Jaime García-Legaz, presentó la venta en una comparecencia en el Congreso de los Diputados celebrada el 10 de junio de 2015, según recogió entonces Europa Press. Además, el traspaso quedó reflejado de manera oficial, en el informe sobre 'Estadísticas españolas de exportación de Material de Defensa, de Otro Material y de Productos y Tecnologías de Doble Uso' correspondiente al ejercicio de 2014.
El lote relacionado con las armas de calibre superior a 20 milímetros fue valorado en 2,8 millones de euros. En esta categoría se incluyen rifles, obuses, cañones, morteros, armas contracarro, lanzaproyectiles, lanzallamas, rifles sin retroceso, dispositivos para la reducción de la firma, proyectores o generadores militares para humos, gases, material pirotécnico, visores y montajes, así como cargadores desmontables.
Por otro lado, el Ejecutivo de Rajoy ingresó 3,4 millones de euros por la venta de equipos y construcciones blindadas, así como otros 4 millones por material incluido en la categoría de buques de guerra. En ella se incluyen buques de superficie o subacuáticos, motores diésel diseñados especialmente para submarinos, motores eléctircos diseñados especialmente para submarinos, aparatos de detección subacuática, redes antisubmarinos y antitorpedos.
Por último, el Gobierno del PP también ingresó más de 3,4 millones de euros en la venta a Caracas de equipos y construcciones blindadas, como pueden ser planchas de blindaje, construcciones de materiales metálicos, cascos militares, trajes blindados y prendas de protección, así como 361.877 euros por material para vehículos blindados para uso material, entre los que se incluyen equipos para el sembrado de minas, vehículos anfibios o neumáticos a prueba de bala.
Además, en todos estos lotes, falta incluir la venta de vehículos blindados y aeronaves para el Ejército, que se valoró entonces en 29 millones de euros y que finalmente no se llevó a cabo. Y, también, la venta de material antidisturbios que se autorizó desde el Ejecutivo de Rajoy pero que finalmente se suspendió.
La venta de armas que Aznar firmó con Hugo Chávez
El Ejecutivo de José María Aznar también vendió armas a Gobierno de Venezuela, cuando Hugo Chávez ostentaba el bastón de mando en Caracas. En concreto, Moncloa cerró un contrato en 2003 que exportaba al país caribeño un arsenal completo en materia de Defensa.
El lote firmado entre Chávez y Aznar incluyó el siguiente material: 6.000 pistolas, 631 granadas de mortero y abundante material antidisturbios, como 600.000 cartuchos antimotín, chalecos, cascos y escudos antibalas.
La transacción salió a la luz en el año 2005 después de que José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) autorizase una nueva venta de armamento. La oposición, entonces liderada por Mariano Rajoy, reprochó el gesto, lo que valió para que José Bono (entonces ministro de Defensa) sacase a relucir los contratos que se habían firmado con el propio Rajoy sentado en aquellos Consejos de Ministros.
La relación de José María Aznar y Hugo Chávez era especialmente estrecha cuando se estaban cerrando los citados contratos. El entonces líder del Ejecutivo llegó a reunirse con su homólogo venezolano en hasta 14 ocasiones y llegó a asegurar, sobre la situación en Venezuela, que "España no puede dar lecciones de democracia a nadie".
De hecho, José María Aznar fue uno de los primeros presidentes en felicitar públicamente a Chávez por su victoria electoral del año 2000. En esa declaración aprovechó para asegurar que mantenían una relación personal "muy buena, muy fraternal y de gran solidaridad". El entonces presidente venezolano admitió sentirse "reconfortado" por el segundo triunfo del PP en las urnas.
