En muchas ocasiones la sociedad va por delante de nuestra política, temerosa de cambios que puedan hacerles alterar sus discursos. Y sino que se lo digan al Partido Popular, que en su postura conservadora habitual es incapaz de avanzar al mismo ritmo que lo hace la ciudadanía. Especialmente en temas sociales, desde Génova siempre se sitúan un paso por atrás, aunque luego quieran ir de modernos quitándose la caspa para tener su foto en la cabecera de la manifestación del Orgullo LGTBI.
La nueva piedra en el zapato de los conservadores se llama feminismo, lucha que lo único que pretende es equiparar en derechos a hombres y mujeres para acabar con las brecha salarial o poner freno a la violencia machista entre otras muchas cuestiones. Temas controvertidos que el PP no está dispuesto a poner sobre la mesa por lo que ha decidido dar la espalda a la huelga convocada para este jueves 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Por esta razón, algunas caras del partido de la gaviota del charrán han manifestado públicamente su negativa a formar parte de la movilización del 8M, entre ellas algunas de las mujeres más importantes dentro del seno popular. Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, e Isabel García Tejerina, ministra de Agricultura, afirmaron que su manera de reivindicar el día de la mujer trabajadora no era haciendo huelga sino haciéndola "a la japonesa", mito consistente en trabajar más horas y con una mayor productividad.
Rajoy se desmarca del argumentario de su partido
Ante el aluvión de críticas recibidas por la postura mantenida por el PP respecto a la lucha feminista, el presidente del Gobierno se ha visto obligado a rectificar. Lo ha hecho en la sesión de control del Gobierno en el Senado celebrada el pasado martes 6 de marzo. Así, Mariano Rajoy ha cambiado el discurso de su partido: "No me reconozco en la afirmación de una huelga a la japonesa que ha hecho algún miembro de mi partido".
Respondía así a la senadora de Nueva Canarias, María José López Santana, sobre los compromisos concretos del Gobierno para mejorar las condiciones sociolaborales de las camareras de piso, a las que Rajoy se ha comprometido a recibir en La Moncloa. De esta manera desautoriza explícitamente a Cifuentes y García Tejerina pese a no reconocer apoyo alguno al movimiento feminista.
Según el PP, la huelga es "elitista e insolidaria"
Mariano Rajoy, con sus palabras, también se desmarca del argumentario del Partido Popular, que rechaza frontalmente la movilización del 8 de marzo acusándola de "fomentar el enfrentamiento entre hombres y mujeres". Además, la tachan de "elitista, insolidaria e irresponsable", porque "solo pueden hacer huelga aquellas personas que tengan un empleo".
Asimismo, se apoyan en que la huelga del 8M "pretende romper nuestro modelo de sociedad occidental", la misma que ha permitido avanzar "en la consecución de derechos y oportunidades para las mujeres".
