Hace apenas unos meses se anunciaba la cancelación de uno de los últimos éxitos de María Teresa Campos: '¡Qué tiempo tan feliz!' se despedía de los espectadores tras ocho largos años en emisión. Una retirada que se veía venir, pues el programa agonizó en los últimos meses con cambios de programación, recortes de tiempo en emisión y una tendencia a la baja en cuanto a audiencia se refiere.
No fueron buenos tiempos para la matriarca de las Campos, pues a la cancelación de su programa había que sumarle la incorporación de su pareja al casting de 'Supervivientes' y el nacimiento de un nuevo espacio presentado por Toñi Moreno que sustituía en la parrilla al difunto 'QTTF'. Un programa con ciertas similitudes al suyo, aunque reconvertido en magazine y más enfocado a la actualidad social del momento.
Con el cambio, los espectadores se dividieron entre los nostálgicos defensores de la Campos y los modernos en busca de la novedad que aplaudían el fichaje estrella de Moreno. Así que, con los datos en la mano e intentando hacer una valoración objetiva de ambos perfiles, vamos a intentar analizar cuáles son los pros y los contras del cambio.
'Viva la vida' a examen
Si algo positivo, de cara a los resultados, tiene 'Viva la vida' es que es capaz de retroalimentarse de los contenidos del resto de programas de la casa y, junto con 'Socialité' y 'Sálvame Deluxe', estirar durante el fin de semana las tramas que se han desarrollado en los platós vecinos. Además, cuenta con el equipo de la productora Cuarzo detrás, con una gran experiencia en magazine. Ejemplo de ello es el exitoso programa de Ana Rosa Quintana.
No obstante, a Toñi Moreno le costó arrancar. El magazine, que comenzó a emitirse tan solo los sábados, dobló su emisión al domingo aunque sus datos no fueran los mejores. Ahora la andaluza se mueve entre el 9% y el 13% de share, con una gran dependencia de los contenidos que abarca el programa y de los invitados que acoge en plató. Unas marcas muy parecidas a las de su antecesor...
¿Por qué se canceló entonces 'Qué tiempo tan feliz'?
Muchos de los seguidores del programa de la Campos se hacen ahora esta pregunta. ¿De verdad merecía la pena cargarse el espacio de la presentadora para programar una alternativa que no está mejorando los resultados de la cadena en fin de semana? Al fin y al cabo, '¡Qué tiempo tan feliz!' marcaba cifras de entre un 10% y un 12% de share, unos resultados muy similares a los que poco a poco está cosechando Toñi Moreno.
Pero el cambio de programa y de presentadora responde a otras necesidades de la cadena. El programa de la Campos era visto, mayoritariamente, por una audiencia que superaba los 65 años y más bien poco consumidora, lo que hizo que el target comercial del programa se precipitase con el paso de los meses. En busca de un público más juvenil y con un perfil más atractivo para las marcas, Mediaset decidió dar carpetazo al asunto y arriesgar con Toñi Moreno.
El bagaje televisivo de la Campos y su interés mediático
Sesenta años dedicada al periodismo y a la comunicación. Poco o, más bien nada, le queda por demostrar a María Teresa Campos en el mundo de la televisión. Su profesionalidad es innegable y su experiencia en los platós hace grande cualquier formato. De ella dicen que se engrandece cuando se enciende el piloto rojo de las cámaras. Los que la han visto trabajar de cerca comentan que es un monstruo de la televisión, que la comunicación es su vida.
Además, en los últimos años su interés mediático ha crecido de una manera extraordinaria. Tanto es así que la presentadora ha llegado a protagonizar un reality show acerca de su vida y de su familia, por lo que su presencia en un programa de televisión genera en la audiencia cierto atractivo y supone un aliciente más de cara a la proyección del formato.
La frescura e ingenuidad de Toñi Moreno
Telecinco es una gran máquina ahorradora. Recicla formatos, platós y rostros de la cadena constantemente. Y, aunque la fórmula le sale rentable, juega con el peligro de caer en una reiteración que acabe agotando a los espectadores. Por eso el fichaje de Toñi Moreno fue todo un acierto. Redecorar el formato de las tardes de los fines de semanas y colocar al frente a un perfil completamente diferente al de la Campos y nuevo en Telecinco era la estrategia buscada.
Toñi representa a ese perfil de presentadora todoterreno, trabajadora y diferente que la cadena necesitaba. Además cuenta con cierta ingenuidad que hace que el espectador empatice con sus despistes o sus meteduras de pata. Se nota que la propia presentadora está evolucionando al mismo tiempo que el formato que presenta, y que poco a poco va asentándose en su nuevo papel. Aire fresco para un fin de semana que, hasta ahora, ha pecado de nostálgico.
