María José Alcón, exconcejala del PP en el Ayuntamiento de Valencia, falleció el pasado 16 de junio al precipitarse desde el balcón de un tercer piso en su segunda residencia, Callosa d'en Sarriá (Alicante). Su marido Alfonso Gray, exvicealcalde de Valencia en la etapa de Rita Barberá encontró el cuerpo cuando regresó a su casa después de haber quedado con un amigo.
La exedil llevaba años con problemas de salud, con varios ingresos hospitalarios. El más grave tuvo lugar en 2009, cuando se cayó desde una altura de dos metros en su casa de Mislata y estuvo herida grave. Un accidente casualmente idéntico al que le ha provocado la muerte.
En abril de 2015, la UCO recogió una conversación telefónica entre Alcón y su hijo, donde esta le explicaba el "pitufeo" del PP, consistente en retirar pequeñas cantidades de dinero negro para blanquearlo. En la charla, que podía llegar a parecer algo forzada, la mujer hablaba sin tapujos de la "corrupción política total" del partido, lo que sirvió como prueba para que la Fiscalía imputara a Rita Barberá y prácticamente todo su equipo (incluido Alfonso Grau) en el caso Taula, que investiga el presunto blanqueo de dinero del PP en el Ayuntamiento de Valencia.
Alcón reconoció la corrupción del partido tras su imputación en la operación Taula, y que Rita estaba al tanto de ella. Sin embargo, en su última declaración, de noviembre de 2017, se desdijo al afirmar que se encontraba "muy mal" y "medicada" la primera vez que habló ante el juez.
El listado de políticos del PP fallecidos aumenta
Lo más llamativo de esta muerte es que suma a una larga lista de políticos del Partido Popular que terminan de una manera trágica. El 2 de junio de este mismo año fallecía Álvaro Lapuerta, extesorero del PP, a los 90 años de edad. Su historia es también llamativa. El 26 de abril de 2013, Lapuerta se había comprometido a contar toda la verdad sobre los dirigentes populares en un libro que escribiría Ignacio Escolar, como él mismo contó en un artículo en El Diario.
Dos días después, sufrió una caída en la puerta de su casa que su familia calificó de "extraño". Estuvo en coma y nunca volvió a ser el mismo. Meses antes, Lapuerta había denunciado amenazas. Una voz le dijo por teléfono: "Tú ya tienes 95 años (en realidad tenía 85) y te vas a morir pronto, pero piensa en tus hijos y en tus nietos, ten cuidado con lo que haces".
Todos conocemos el caso de Rita Barberá, que falleció dos días después de su primera declaración ante el Supremo, tras meses de disputa con su propio partido. Sin embargo, no ha sido el único suceso de este tipo. Francisco José Yáñez Román, antiguo trabajador del área económica del PP y padre del principal testaferro en Suiza de Luis Bárcenas, murió cuatro días después de ser imputado y cuatro días antes de declarar ante el juez.
María del Mar Rodríguez Alonso, mujer del portavoz adjunto del PP en el Senado, Tomás Burgos Beteta, se suicidó tras ser imputada en el caso Gürtel. Otro involucrado en la trama, Isidro Cuberos, apareció en un barranco tras un accidente de moto. Francisco Sánchez Arranz ni siquiera pudo recibir la citación para declarar por la Gürtel, pues llevaba muerto ya varios meses. Del sumario más extenso de la historia de España no ha sobrevivido ni el juez que lo llevaba, Antonio Pedreira, fallecido en 2015.
Juan Pérez Mora, José Martínez Núñez, Leopoldo Gómez... El listado de muertos en extrañas circunstancias es todavía más extenso. Todos ellos tenían algo en común: sus vínculos con el PP y su imputación por casos de corrupción.