María Branyas se ha convertido en la persona más longeva del mundo a sus 115 y 320 días. Conocida en redes sociales como la 'Super Àvia Catalana, se alza con este puesto que, hasta este lunes, lideraba la francesa Lucile Randon, fallecida a los 118 años.
Al igual que Randon, Branyas también superó el coronavirus en mitad de la pandemia. Fue en el mismo lugar en el que vive en la actualidad, la residencia de Santa Maria del Tura de Olot, en 2020, cuando tenía 113 años.
Su familia gestiona sus redes sociales, donde ofrece algunos detalles sobre su vida. Allí, dio algunos detalles sobre cómo había cuidado su salud, entre otros aspectos, que "siempre he comido poco, pero de todo, nunca me he puesto a régimen". Además, destacaba que "no he sufrido nunca ninguna enfermedad ni he pasado por un quirófano". Sin embargo, también destacaba que, en cuestiones de longevidad, también influían otros factores como la "suerte" o la "buena genética".
Branyas ofrece, desde su perspectiva, factores que influyen en la longevidad, como el orden que se puede llevar, la tranquilidad, la conexión con la familia y los amigos, el contacto con la naturaleza o la estabilidad emocional: "Sin preocupaciones, sin remordimientos, mucha positividad y alejados de personas tóxicas", señalaba. Y, además, destaca el yogur, que pedía "rescatar en un momento en que surgen dietas y alimentos milagros".
En su perfil comparte algunos detalles sobre las aficiones que ha cultivado a lo largo de todos estos años, entre las que destaca tocar el piano, el amor a los animales (destacan sus perros, a los que echa en falta), y su ironía: "Y con los años, quizás llegue un día que a lo mejor dirán, como Diógenes el Cínico: Cuanto más conozco a la gente, más amo a mi perro".
Sus orígenes
María Branyas procede, en realidad, de América. Nació el 4 de marzo de 1907 en San Francisco, hija de un periodista natural de Pamplona y de una barcelonesa, donde su padre se había desplazado para trabajar tras pasar una temporada en México.
En 1911 fundó en Nueva Orleans la revista Mercurio, dirigida al público latino y que contó en sus páginas con firmas destacadas, entre las que se encontraba Miguel de Unamuno. Durante la I Guerra Mundial, su padre enfermó y su familia regresó a Cataluña.
Allí, se quedó huérfana de padre en 1915 con 8 años. Residió en Banyoles hasta que en 1931 se casó con Joan Moret, médico en Llagostera. Junto a su marido, que murió hace 40 años, tuvo tres hijos, uno de los que ya ha fallecido.